
Toma nota, que esto es importante. De acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de mama es igual de frecuente en las mujeres de países desarrollados, como en las que viven en los que están en desarrollo. Por lo tanto, te pido que tomes en cuenta estas ocho estrategias de prevención, para que se conviertan en tus aliadas.
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Imagen vía Corbis
Autoexploración

Convierte esto en una rutina: explórate en la regadera, y si detectas algo extraño, acude de inmediato a tu ginecólogo.
Amamanta a tus bebés

Investigaciones recientes demuestran que mientras más largo sea tu periodo de lactancia materna, más protegida estarás contra el desarrollo de células cancerígenas del pecho.
Supervisa tu ingesta de anticonceptivas

Una concentración alta de hormonas expone el tejido de tus senos, así que, no las consumas indiscriminadamente. Hazlo siempre bajo supervisión médica, pues tu ginecólogo te dará las pastillas apropiadas para tu organismo.
Precaución con las terapias hormonales

La terapia de estrógeno y progesterona alivia los síntomas de la menopausia. Sin embargo, las dosis necesitan ser adecuadas, para que el riesgo del desarrollo de células cancerígenas no aumente.
Visita a tu ginecólogo

Tus revisiones deben ser periódicas. Si tus senos presentan cambios de color, textura o tamaño, así como abultamientos, enrojecimiento o secreciones oscuras, es sumamente importante que acudas de inmediato a tu médico, para que descarte cualquier complicación.
Más atenta, si tienes antecedentes familiares

Habla con tu médico, y comunícale tus antecedentes. Así podrá hacerte pruebas de detección, y determinar la periodicidad con la que debes visitarlo. Cualquier situación de alerta en etapas tempranas, te puede salvar la vida.
Evita el exceso de bebidas alcohólicas

Su consumo está asociado con diferentes tipos de cáncer. Si tienes otro factor de riesgo –como antecedentes familiares–, es muy importante que evites ingerirlo.
Cuida tu peso

Después de la menopausia, los ovarios no producen estrógeno. Un exceso de tejido adiposo puede aumentar los niveles de estrógeno e insulina, que están relacionados con este tipo de cáncer.
Realiza una actividad física

Parece que el ejercicio es el remedio que cura todos los males, y caminar puede ser el mejor de ellos. Está comprobado que si tu cuerpo está en movimiento, el riesgo se reduce en un gran porcentaje.