¿Te has preguntado cómo hacen algunos para afrontar con fuerza y energía las exigencias del día a día, sin enfermarse? Estar saludable permite que te muevas hacia tus objetivos, y te brinda mejor calidad de vida. Incluso, lograrlo es una forma de mostrarte amor a ti misma.
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Siempre me ha sorprendido esa gente que, cuando llega la temporada de gripes y catarros, logra de alguna manera no contagiarse. Pero resulta que hay maneras en las que tú puedes lograr lo mismo.
El truco está en los siguientes ocho secretos supersencillos para mantenerte saludable. Algunos son tan simples como aprender a manejar el estrés y dormir suficientes horas todos los días. Otros son más intersantes y posiblemente no habías pensando en ellos antes y en cuánta peso tienen cuando de tu salud se trata.
Sé una buena madre contigo misma cuidándote de todo lo que te haga mal.
Para autocuidarte, pon en práctica tu instinto materno, y dirígelo a ti misma. Protégete de todo lo que te pueda enfermar, y no te dejes para el final. Tu salud depende del amor y del cuidado que te des, pues nadie más lo hará por ti.
Haz elecciones saludables
No alteres tu organismo con tóxicos, como el cigarro o el alcohol en exceso, ya que pueden deteriorar su funcionamiento y desequilibrar tus defensas. Así que, ponte límites, no los trasgredas, y ten fuerza de voluntad.
Maneja tu estrés
La vida acelerada es inevitable, sin embargo, puedes aprender a canalizar tus emociones de manera adecuada. Hay muchas estrategias que te pueden ayudar; busca libros de autoapoyo o ayuda, si lo crees necesario.
Reúnete con amigos y familiares
Uno de los factores que baja las defensas del sistema inmunológico se relaciona con la falta de ánimo y motivación. Por ende, si te mantienes en contacto con seres queridos, tendrás intercambios de amor y manifestaciones necesarias para fortalecer tu salud mental y física.
Evita infecciones
Haz el hábito de lavar siempre tus manos, y mantenerlas limpias. Así destruyes todos los virus que adquiriste del ambiente. De preferencia, usa toallas de papel para secar tus manos, ya que las de tela conservan gérmenes.
Alimenta tu fe
No importa la religión que profeses, es muy importante que tengas contacto con la fuerza superior creadora. Esta se manifiesta dentro o fuera de ti, en la contemplación de las maravillas de la naturaleza, en la meditación o en la iluminación interior.
Duerme ocho horas
De acuerdo con investigaciones recientes, las personas con buenos hábitos de sueño tienen tres veces menos posibilidades de resfriarse, ya que el cuerpo regula la hormona del estrés durante la noche, al igual que repela las infecciones.
Ten buenos hábitos alimenticios
Te hablé de ser una buena madre contigo misma, y concluyo con lo mismo. Si te alimentas a través de los mismos hábitos que quieres inculcarles a tus pequeños para fomentarles salud, lo lograrás contigo. ¡Ámate y cuídate maternalmente!