¡Llegó la temporada de la mandarina! Esta rica fruta, conocida también como tangerina, tiene múltiples virtudes que vale la pena aprovechar en beneficio de la salud. Aprende para qué es recetada esta delicia, favorita de chicos y grandes.
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Imagen vía Corbis
Es una fuente antioxidante
Es prima hermana de la naranja, pero más fácil de pelar. Consumir mandarinas ayuda a preservar un aspecto joven, por ser una gran fuente de antioxidantes.
Evita resfriados
Es un fruto cítrico portador de vitamina C, fundamental contra las gripes, resfriados y otras enfermedades respiratorias prevalecientes durante los meses invernales.
Ayuda a adelgazar
La mandarina provoca sensación de llenura, debido a su fibra dietética. Calma el hambre y evita que consumas alimentos que te hagan engordar.
Reduce el colesterol
Otra de sus facultades es reducir considerablemente los niveles de colesterol en la sangre, propiciando una óptima salud cardiovascular.
Alivia el estreñimiento
Contiene mayoría de agua, favoreciendo la función intestinal y aumentando la frecuencia con que se eliminan las toxinas del cuerpo. Por ello es altamente recomendada en personas que padecen estreñimiento.
Combate la anemia
La mandarina contribuye a la absorción del hierro, un mineral necesario en la prevención de la anemia. Esto debido a que proporciona buena parte de la vitamina C que se recomienda diariamente.
Previene el cáncer
La fibra de la mandarina propicia el buen funcionamiento de los órganos vitales. Es una fruta ideal para toda la familia, ya que contribuye en la prevención del cáncer.
Para gente activa
Repone las sales minerales y el potasio después de realizar actividades físicas, por lo cual es la tangerina es aliada de deportistas y asiduos al ejercicio.
Se recomienda en embarazadas
Provee ácido fólico y otros importantes nutrientes para la mujer en gestación, por lo que es indicada durante la etapa inicial del embarazo.
Fortalece el sistema inmune
Las defensas del organismo se mantienen elevadas con el consumo frecuente de esta fruta, igual que el estado anímico. Recuerda comerla en gajos mayormente, ya que al licuarla se desperdicia una parte importante de su fibra.
