Creía que el solo hecho de dormir era suficiente para recuperarme de la jornada diaria, pero no. Resulta que, además de descansar, también debes hacerlo sobre el lado izquierdo de tu cuerpo, debido a la cantidad de beneficios que le ofrece a la salud. Mira bien cuáles son, y comienza a adoptar esta rutina.
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Imagen vía Corbis
Beneficia tu sistema linfático
La linfa –líquido transparente que recorre los vasos linfáticos– transporta los elementos que filtra por el lado izquierdo del cuerpo. Si duermes sobre este lado, ayudas a facilitar este proceso.
Facilita su digestión
Si duermes de este lado, favoreces la producción de los jugos gástricos, haciendo que el proceso de digestión sea más tranquilo, y se logre en menor tiempo.
Bueno para el corazón
El 80 por ciento del corazón se encuentra en el lado izquierdo del cuerpo. Al dormir de este lado, la sangre bombea con mayor facilidad por el organismo, y mejora la circulación.
Ayuda al páncreas
Las enzimas pancreáticas son secretadas con mayor facilidad. Si después de comer, te acuestas al menos 10 minutos sobre el lado izquierdo de tu cuerpo, te aliviará la pesadez.
Previene el estreñimiento
Dormir del lado izquierdo estimula el paso de los desechos del cuerpo por el intestino, facilitando la evacuación matutina y evitando el estreñimiento.
Contribuye con el funcionamiento del bazo
Este órgano esencial para el funcionamiento del sistema inmunológico, también está ubicado al lado izquierdo. Así que cuando duermes sobre él, contribuyes con el tránsito de los fluidos hacia el bazo, fortaleciendo sus funciones.
Protege a tu bebé durante el embarazo
Al dormir de este lado, evitas presionar la vena cava, que es la más grande del cuerpo, y está ubicada del lado derecho. Al recostarte sobre tu lado izquierdo durante el embarazo, favoreces el flujo sanguíneo y, a la vez, aportas mayor cantidad de oxígeno y nutrientes para tu bebé.