Comer sano en el trabajo no significa necesariamente que vas a quedar en banca rota todos los meses. Te mostramos aquí lo fácil que es mantenerse en forma y ahorrar dinero a la vez. Será solo cuestión de organización y mucha voluntad. Déjate ayudar siguiendo estas simples recomendaciones.
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Imagen vía Corbis
Desayuna en casa
 
															Ya habrás escuchado que el desayuno es la comida más importante del día. Su aporte energético no solo ayuda a reactivar tu organismo, sino que también evita ataques de ansiedad en el transcurso del día.
Lleva siempre agua y frutas
 
															Compra un envase, déjalo en la oficina y rellénalo con agua durante el día. Además, lleva frutas o meriendas saludables para cuando el hambre toque tu puerta.
Cambia dulces por frutos secos
 
															A todas nos provoca merendar algo durante el día. Sin embargo, no tienes por qué prohibirte ese placer, ya que puedes comer frutos secos o deshidratados, y descartar los dulces convencionales.
Consume café de manera inteligente
 
															Está bien que tomes una taza de café al día, pero trata de acompañarla con leche descremada y algún edulcorante sin calorías. Olvídate del mochaccino y el capuccino por un tiempito.
Prepara tu menú semanal
 
															Organizarte para la semana es fundamental. Ve al supermercado, prepara un menú con anticipación y separa en porciones tu comida para los almuerzos.
Levántate del escritorio
 
															No puedes permitirte pasar todo el día sentada en tu silla; párate con más frecuencia a diario para que evites el sedentarismo.
Acostúmbrate a tomar té
 
															Cuando hagas tus compras, no olvides incluir una caja de té en tu lista. Ya sea verde o negro, ambos son excelentes fuentes de antioxidantes, y te ayudarán a perder peso.
Elige alimentos más accesibles
 
															No te quedes sin comer sano porque tu presupuesto no te alcanza para comprar quinoa o arroz integral. Sustitúyelos por papa, batata dulce o alguna otra verdura.
No te saltes las comidas
 
															Saltar las horas de las comidas ocasionará que ingieras más de lo debido durante la próxima vez que te alimentes. Lo recomendable es comer algo saludable cada dos horas.
Invierte en un contador de pasos
 
															Contar los pasos es una buena estrategia para saber cuán activa estás durante el día. Hay quienes hablan de que lo ideal es dar 10,000 pasos diarios para mantenerte en forma. Hay podómetros muy económicos que podrían servirte.
 
			 
			 
			