Sobre las prótesis o implantes de mama se han dicho muchas cosas: que si pueden explotar, que si pierdes la sensibilidad del pezón, que si es dinero perdido porque tienes que renovarlas al cabo de un tiempo, que si son duras como una manzana o que después de operada no puedes amamantar a tu bebé.
Pero muchas de estas creencias no son ciertas, así que mejor sigue leyendo para que descubras los mitos y las verdades sobre las prótesis de mama que cada vez son más populares entre nosotras las latinas.
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Imagen vía Corbis
Mito: Explotan
Existe una leyenda urbana según la cual uno de los riesgos de las prótesis mamarias es que pueden explotar cuando, por ejemplo, te montas en un avión. He escuchado de prótesis que se rompen y hay que reemplazarlas.
Verdad: Son resistentes
Las prótesis mamarias están hechas de material resistente. No es verdad que exploten por cambios de presión atmosférica, ni que se expandan. Se han visto casos -recuerdo un escándalo en Venezuela con unas prótesis francesas-, de material defectuoso. Pero esa no es la norma.
Mito: No te puedes hacer la mamograría
Otro de los mitos en relación con las prótesis mamarias es que una vez que te las pones, no puedes hacerte la mamografía. Según dicen, la presión puede hacer que la prótesis explote.
Verdad: Son seguras
Sí puedes hacerte tu mamografía. Yo me hago mi examen todos los años e incluso hasta me han hecho biopsias que implican una punsión con una aguja de cuyo largo no quiero acordarme. En esos casos, los doctores buscan muestras del tejido mamario, no de la prótesis. Así que no hay nada de qué preocuparse,aunque te hagan firmar un papel que diga que no son responsables de ninguna rotura de la prótesis. Tampoco es verdad que la prótesis arrojen resultados distorsionados de este examen.
Mito: No puedes amamantar
Quienes cuestionan los implantes de mama, dicen que una vez que te los ponen, no puedes amamantar a tus bebé.
Verdad: Sí a la lactancia materna
Tengo muchas amigas que han salido embarazadas y han dado pecho después de que hicieron los implantes de mama. Para ello los implantes deben colocarse detrás del músculo pectoral.
Mito: Son duros como una piedra
Si te soy franca, he visto implantes que parecen más bien unas pelotas de softból, pero no los he tocado. En todo caso los implantes están hecho o de solución salina o de silicón, por lo que no son sólidos.
Verdad: Pueden lucir muy naturales
Cuando el implante es colocado debajo del músculo pectoral tiende a lucir mucho más natural y suave, que cuando se coloca sobre dicho músculo.
Mito: Se pierde sensibilidad
Otro de los mitos en relación con los implantes de mama es que se pierde la sensibilidad en los pezones.
Verdad: Insensibilidad temporal
Muy probablemente, por efectos de la herida, la anestesia y el proceso de cicatrización, se pierda temporalmente la sensibilidad en los pezones. Pero una vez que estás totalmente recuperada de la operación, tus senos y pezones volveran a sentir, como si nada. Asi que tampoco hay nada que temer en este sentido.
Mito: Te las tienes que cambiar cada 10 años
Hubo una época en que las prótesis debían cambiarse cada cierto tiempo, por lo general cada 10 años.
Verdad: Son semi permanentes
Con los avances de la ciencia médica y la tecnología, las prótesis son cada vez más duraderas. Hay algunas cuya vida útil es de 25 años y hay algunas que ni siquiera tienen que ser sustituidas. Lo del cambio depende del tipo de prótesis que te hayas puesto.