Si no fuera porque es lo menos profesional que he hecho en mi vida le habría dicho a Adamari López que se mirara en un espejo, cuando me comenzó a hablar de su peso. ¡Si estás divina!, me dieron ganas de decirle, porque lo está. Tuve el privilegio de acompañarla en su retorno a Un nuevo día, tras un receso de cuatro meses después de tener a Alaïa, y me impactó lo guapa que estaba a pesar de la trasnochada.
Adamari está radiante y con la mirada más clara que nunca. La maternidad le sienta muy bien y si fuese mi amiga le diría que no se preocupe tanto por su figura. Eso sí, lo que me confesó que está saboteando sus esfuerzos por perder peso está muy mal. Ahí estoy con su pareja Toni Costa, eso hay que cambiarlo ya. Deja que te cuente lo que es, probablemente te sientas identificada con ella. Yo también lucho con lo mismo todos los días.
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"Ella fue muy buena con su alimentación durante el embarazo", me dijo con orgullo Toni Costa, quien acompañó a Ada durante su primer día de trabajo en Un nuevo día. Papá amoroso y compañero bien involucrado en el día a día de su mujer y su niña, el bailarín español parece ser el ancla que ha mantenido el barco estable durante las aguas agitadas que son esos primeros meses de la maternidad. "Sé que lo va a lograr de nuevo si es lo que ella quiere", indicó.
"Toca", me dijo. "Sé que me tengo que poner en serio. He empezado, pero después lo he dejado, pero ya me voy a enseriar con eso", expresó Ada. Como acompañando sus palabras, Toni afirmaba con la cabeza. "Él come muy sano, se cuida mucho… Voy a tener además que tomar unas clasecitas con él", señaló Ada.
No sabes cómo la entiendo. Yo tengo 15 libras de sobrepeso que me quieren tanto que cada vez que me deshago de ellas, regresan con una rapidez asombrosa. No me gusta hacer ejercicio y estoy casada con un atleta profesional. Aunque Ada se ve como una sílfide a mi lado, las cámaras de televisión agregan como 10 libras, así que la presión es mayor.
"Tengo mis truquitos para perder peso que siempre me han funcionado, aunque mientras más mayor uno se hace, pues es más difícil, pero ese no es el problema", aseguró la presentadora.
Obvio, nadie que ha tenido el cuerpazo que le conocemos a Adamari López carece de esa dieta maravillosa que se deshace rápido de las libras extras. Me quedé curiosa. Tuve que preguntarle cuál es ese pecadillo que no puede dejar de cometer.
"Los refrescos", me dijo casi que con vergüenza. "Tengo que dejarlos, pero me cuesta mucho". Ada se refiere a las sodas o gaseosas, esas bebidas carbonadas que son tan malas para todos, en especial para las mujeres.
Adamari no es la única atrapada en la adicción a los refrescos. Yo pasé años sufriendo con lo que casi era una obsesión por uno de dieta con mucha cafeína. No es fácil, pero se puede. Ella lo sabe y su plan le va a funcionar.
Su idea es comer más sano, dejar esas bebidas nocivas, y hacer más ejercicio. Claro, el proyecto se le puede descarriar si se le cumple ese sueño por el que ya lleva semanas rezando: "Si pudiera mi idea es volver a quedar embarazada ya", me aseguró.
Me emocioné. Ojalá que se les cumpla a los dos todo lo que aspiran, comenzando por un hermanito o hermanita para Alaïa. La dieta siempre puede esperar.
Imágenes vía Mezcalent, Alicia Civita
