Te fascinan las ventas de garaje, limpiar y organizar todo en el hogar. Eres una fanática de limpiar todo y te consideras una profesional en la materia. Te pregunto, ¿por qué no usas esa misma técnica para bajar de peso? Un reciente estudio reveló que las personas cuyos métodos de limpieza y organización son eficientes no tienen problemas de peso. Aunque la teoría no está científicamente comprobada, en realidad tiene fundamento porque para adelgazar hay que planificar, organizar y ser muy disciplinada.
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1. Enfrenta el área problemática: Sencillo, la zona de peligro es la cocina específicamente dentro de la nevera y la despensa. Tienes que literalmente revisar todos los alimentos que tienes en esos dos lugares para que puedas eliminar todos los que te están engordando. Tienes que limpiar tu cocina de todas las chucherías.
2. Distribución: Al igual que con el clóset, vas a meter en una bolsa todas las cosas que son para regalar. De la lacena vas a sacar las harinas blancas, los cereales azucarados y las meriendas saladas empacadas y de la nevera todos los lácteos. Así vas a poder ir a supermercado y comprar harinas de trigo, granola, frutas y verduras.
3. Planificación: Ahora que ya tienes alimentos sanos en la nevera tienes que planificar lo que vas a comer en las tres comidas. Por ejemplo, en el desayuno puede ser una taza de granola o avena, vegetales con quínoa en el almuerzo y de cena pescado con batatas. Mira que la palabra clave aquí es planificación, así que no esperes a que el hambre ataque para tomar una decisión.
4. Mantenimiento: Después de limpiar y organizar todo el día siempre creamos estrategias para mantener la habitación arreglada. Lo mismo puedes hacer para bajar de peso porque ya descubriste que era lo que te estaba engordando. Un truco efectivo es siempre llevar tu propio almuerzo y meriendas al trabajo para que estés en control de lo que comes durante el día.
5. Disciplina: Para tener la casa organizada hay que tener la disciplina de no dejar todo tirado igual que con la comida. Tienes que ser responsable con tu plan y resistir la tentación de comprar alimentos que engorden. Si no tienes esas chucherías en la nevera o lacena no las vas a comer.
Imagen vía Corbis
