Cuando me enteré de que quienes se ejercitan y toman té verde regularmente pierden más peso que quienes no consumen esta bebida, corrí a escribir este post. Se que parece increíble pero está comprobado. Sigue leyendo para que veas cómo tomarlo para aprovecharlo al máximo.
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Lo primero que debes tener en cuenta es que para adelgazar tomando té verde, debes cuidar tu ingesta de alimentos: disminuir el consumo de grasas y harinas blancas o muy procesadas, y además debes hacer ejercicios. Es decir: de nada te valdrá tomar té verde si te comes cuatro tamales y tres donas.
Ocurre que el té verde contiene un aminoácido, cuto nombre científico es epigallocatechin gallate (EGCG*),* que acelera el metabolismo y te hace perder peso. Ojo que este antioxidante se encuentra en el té verde, no en el helado del té verde, o en los caramelos de té de verde.
Además el té verde debe ser consumido sin azúcar. Si vas a endulzarlo, mejor que lo hagas con miel. Y se recomienda evitar los edulcorantes artificiales. Puedes tomarlo frío o caliente, aunque como el té con hielo se diluye, para que sea más potente es mejor que lo tomes caliente. Para ello, debes poner la bolsita de té en agua bien caliente y dejar reposar de 3 a 4 minutos.
También es ideal que no lo mezcles. No estoy tan segura de qué tan "efectivas" para lograr la pérdida de peso sean los tés que ya vienes preparados, mezclados y embotellados. Me refiero a que lo más saludable es preparar el té en casa y evitar los tés con sabores artificiales que hacen que el té verde pierda su potencia.
También se recomienda usar las bolsitas de té en un lapso máximo de 6 meses desde el momento en que lo compraste. De esta manera, a pesar de ser un producto seco, se mantendrá fresco y sobre todo no perderá su poder antioxidante.
Otra cosa que puedes hacer es comprar extracto de té. Estuve buscando en Amazon y lo conseguí en cápsulas que venden como EGCE. Espero que este post sea de utilidad y que nos cuentes qué tal te va con esta dieta del té verde.
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