Despertar por las mañanas sintiendo un vientre abultado es la peor manera de comenzar el día. Si se trata de un malestar relacionado con la menstruación, cualquier bolsita con agua caliente hará el truco, pero cuando se trata de un atracón o malos hábitos alimenticios, pues entonces tienes que recurrir a otras opciones que te alivien de manera más rapidita y efectiva. El ingrediente milagroso del que te hablo se llama Kéfir, muy poderoso para que puedas lucir un vientre plano en poco tiempo. Las instrucciones son fáciles.
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Te cuento que se trata de un búlgaro, un producto fermentado probiótico y que increíblemente sus bacterias son por demás benéficas. Lo puedes consumir y reproducir con leche o con agua. El de leche requiere de un mayor cuidado pues hay que estarlo vaciando cada 24 horas con leche natural. El de agua simplemente hay que mantenerlo en un frasco de vidrio para que no se muera.
El remedio casero en este caso para desinflamar tu vientre es súper sencillo, pero antes déjame contarte que ayuda para muchas otras cosas más. Dicen que ayuda con la mala digestión, los problemas gastrointestinales, estreñimiento y he oído que hasta para la prevención del cáncer. Yo recuerdo que mi mamá se lo daba a mi papá por las mañanas en yogur, lo preparaba con fresas y lo colaba. Como no le ponía azúcar, a mí nunca me gust, pero ahora con o sin endulzante me lo tomaría religiosamente.
Así es como tienes que prepararlo para un vientre plano: En un recipiente de cristal con tapa, vacía un litro de agua y tres cucharadas de Kéfir. Tienes que cerrarlo perfectamente y dejarlo reposar por cerca de 36 horas. Cuélalo y tomatelo. Se dice que hará maravillas con tu figura. Por supuesto, te recomiendo que le preguntes a tú médico antes de beberlo.
Imagen vía Ibán/Flickr
