Mantener una dieta saludable puede parecer algo masoquista ya que nos obligamos a renunciar de todos aquellos alimentos que tanto nos gustan para solamente comer pollo a la plancha con vegetales al vapor. Sin embargo, alimentarnos de manera saludable es vital no solo para adelgazar y lucir bien, pero también para la buena salud en general.
Entonces, ¿no sería maravilloso si pudiéramos aprender a amar los alimentos saludables? Pues sí hay una manera: La buena noticia es que es totalmente posible de lograr y en este artículo aprenderás cómo hacerlo.
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1. Terapia cognitivo-conductuales: También conocida como CBT por sus siglas en inglés, describe el proceso de identificación de pensamientos negativos o desadaptados para reemplazarlos por pensamientos positivos. Esta terapia puede ser utilizada para el tratamiento de la fobia a las alturas por ejemplo, haciendo que el paciente reconozca sus pensamientos negativos, como por ejemplo, "Me voy a caer" y los reemplace con un pensamiento positivo como, "Tengo control total".
Pero ¿qué tiene que ver esto con la alimentación? Es muy simple: Con un poco más de investigación sobre la materia para aprender el proceso básico, puedes utilizar estas técnicas para cambiar tu manera de pensar sobre la comida saludable. Deja de pensar que ciertos alimentos son saludables y otros son deliciosos, lo mejor es que juzgues a cada alimento por lo que es.
De este mismo modo, concéntrate en pensar sobre los aspectos negativos de esas comidas que son sabrosas pero malsanas. Entonces, la próxima vez que quieras seguir comiendo ese pedazo de pastel aunque estés llena, piensa en lo mal que te sentiste la última vez que comiste hasta explotar. Nada bien ¿cierto? Aférrate a ese pensamiento y en lugar de comer más pastel, come una deliciosa y refrescante manzana.
2. Encuentra los alimentos saludables que te gusten: Si puedes conseguir los alimentos saludables adecuados, puede que te gusten tanto como aquellas comidas poco saludables. Muchas veces es cuestión de continuar buscando, a lo mejor no consigas esa fruta que tanto te gusta inmediatamente pero si sigues buscando la encontrarás. Además, puede que el problema sea la sazón. Un poco de sal y pimienta no le hace daño a nadie. También sazonar tus comidas con hierbas frescas puede mejorar su sabor, haciéndolas mucho más deliciosas.
Otro excelente consejo es mezclar los sabores. Mezclar lo dulce con lo salado puede hacer que las comidas sean mucho más apetecibles, esto es el resultado de nuestra herencia evolutiva. Puedes preparar una mezcla de pasas o arándanos secos con frutos secos sin sal, como maní, almendras, nueces entre otros; luego lo divides en porciones para merendar toda la semana. Ésta es una excelente manera de evitar los antojos de forma saludable y como ya sabes la planificación es clave cuando queremos adelgazar.
3. No le agregues azúcar a tu té: Todos sabemos que al consumir azúcar, desarrollamos más antojos por las comidas o bebidas dulces. Beber un té lleno de azúcar, por ejemplo, te dejará con más ganas de obtener una dosis de azúcar durante el resto del día. Deja de agregarle azúcar a tu té, y esto no sólo tendrá el beneficio obvio al dejar de consumir tanto azúcar, pero también te ayudará a combatir tu necesidad de comer más dulce. Puede que al principio su sabor no sea de tu agrado, pero con el tiempo llegarás al punto de que tan solo pensar en agregarle azúcar a tu té te resulte desagradable.
Recuerda compartir este artículo con todos tus seres queridos para que ellos también puedan aprender a entrenar su cerebro y ser más saludables. ¡Juntas podemos hacer de este mundo un mundo más feliz y saludable!
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