Cuando de perder peso o mantener tu figura se trata, los dulces son tu más grande enemigo. Lo peor es que el azúcar está en TODO, pero te aseguro que existen maneras de reducirla de tu dieta sin sufrir demasiado. ¡Verás que las libras se van como nada!
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Antes de que pegues el grito en cielo, déjame explicarte. Aunque cada alimento, procesado o no, contiene ciertos de gramos de azúcar, debes estar pendiente de aquellos con azúcar añadida. Lo recomendable es seis cucharaditas diarias si eres mujer y ocho si eres hombre. Suena bastante, ¿verdad? Pero te sorprenderías al saber que una lata de soda contiene al menos 11 cucharadas.
Como los meros mortales no nos fijamos en eso, la obesidad en nuestro país va en subida. Siendo sincera, es imposible dejar el azúcar al 100 por ciento, así que mejor enfócate en cambiar y ajustar tus hábitos de alimentación y pensar antes de abrir el piquito. Te aseguro que cada pequeño paso que des, marcará la diferencia en tu figura.
Lee las etiquetas. ¡Crea conciencia! Que no se te pase ningún numerito en las galletas, cereales y jugos que compres para tu familia. Si un producto contiene más de 6 gramos por porción, elimínalo de una vez.
Reemplaza las bebidas. Haz que tu primera opción siempre sea agua. Cambia los jugos comerciales y sodas por jugos hechos en casa, sin azúcar añadida, o agua carbonatada o con sabores naturales. En lo personal, yo calmo los "antojos" de refrescos con agua de gas con limón.
Dile adiós al azúcar blanca. Desde hace años en mi casa utilizamos stevia líquida. Sí, toma un tiempo adaptarse al sabor, pero créeme que tu cuerpo se sentirá menos dependiente. A mi bebé lo he acostumbrado al azúcar de coco o al sirope de maple puro. ¡Recuerda que los niños siguen tu ejemplo! No les des azúcar refinada. Si no puedes o no quieres, opta por la versión morena.
Corta los lácteos. No te digo que sean malos pero si tu meta es adelgazar, intenta disminuir su consumo. Una taza de leche completa tiene casi 13 gramos de azúcar y la descremada, 11. Para ganarle la batalla al peso extra, prueba la leche de almendras sin dulce o toma la de vaca en las mañanas.
Satisface con frutas o sorbetes. Somos humanos. Al final del día queremos caer en la tentación de comer algo dulcito. Sustituye los helados o las tortas por frutas frescas o sorbetes hechos con jugos naturales. Incluso, un pedacito de chocolate oscuro o postres a base de stevia mantendrán tu metabolismo andando aunque quieras bajar de peso.
Imagen vía Moyan Brenn/Flickr