Mucho se ha oído de las almendras –que si ayudan a bajar la pancita, que si te dan energía, que si te mantienen llena por más tiempo—y aun cuando los beneficios son incontables, no se puede negar que los extremos siempre son malos. Ya verás por qué te lo digo… ¡Quedarás loca!
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Las nueces en general están de moda. Desde mantequillas hasta harinas y leches, las almendras se han convertido en el "pan de cada día" para aquellos que aspiran tener una vida saludable. Y es que son tan deliciosas y versátiles que bien pueden ser el complemento ideal de cualquier plato. Hablando de sus beneficios, está comprobado que ayudan a prevenir enfermedades del corazón, los radicales libres que afectan nuestra piel, a mejorar la digestión y hasta controlar las subidas de azúcar pero siempre existe la contraindicación…
Los expertos aseguran que si consumes más de la cuenta las desventajas no te dejarían tranquila. Te explico –aparentemente las mujeres sólo podemos comer 2 onzas al día, un puñado o dos cucharadas de mantequilla de almendra–. Cualquier cantidad por encima de lo recomendado y causarías un desbalance en tu cuerpo. Míralo por ti misma:
Aumento de peso: las almendras y el resto de las nueces más populares tienes tantas calorías como un simple desayuno. Por eso debes tener cuidado: asegúrate que la ración de almendras que comas no pase del 20% de tu ingesta diaria y mídete con el resto de los alimentos que consumes.
Sobredosis de vitamina E: un cuarto de taza de almendras provee 40% de la vitamina E que necesitas diariamente. Si consumes más de lo debido, es posible que te encuentres cansada, fatigada o con problemas estomacales. ¡Ojo! Reduce la cantidad de almendras si aparte comes alimentos como espinaca o huevos.
Reacciones a medicamentos: las almendras contienen manganeso y si tomas ciertas medicinas como antiácidos, laxantes, pastillas de la presión alta o antibióticos, la mezcla de ambos podría ser perjudicial para tu salud.
Imagen vía Corbis Images
