
No puedes comer sano mientras la nevera de tu casa sea el paraíso de la comida chatarra. El día que elimines de tu nevera la comida chatarra y poco saludable, estarás más cerca de esa esbelta cintura y ese abdomen plano que tanto deseas. A continuación encontrarás 7 maneras que te ayudarán a limpiar tu nevera:
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1. Esconde los alimentos grasos. Macarrones con queso, tortas, carnes procesadas o cualquier otra comida malsana que puedas tener en tu nevera: escóndela lejos de tu vista en recipientes opacos o detrás de los alimentos más saludables. A nosotros, como humanos que somos, nos gusta estar rodeado de las cosas que amamos. Cuando se trata de organizar la nevera, nos encanta colocar la comida que más nos gusta a la vista y por lo general ésta es comida chatarra. Cambiemos esto. Coloca los alimentos saludables y frescos al frente y a la vista en envases de vidrio o plástico para que todos sus colores brillen cuando estés decidiendo que vas a comer para el almuerzo o la cena.
2. Enfría y dale sabor a tu agua. Guarda jarras de agua en tu nevera para hacer esto una rutina y acostúmbrate a beberla. Le puedes agregar hojas de menta y frutas como cerezas, fresas, moras o trocitos de naranja o de limón. Dale tiempo para que se mezclen todos los sabores de las frutas en el agua. La próxima vez que abras tu nevera y estés sedienta, esa lata de refresco no será lo primero que querrás tomar para calmar la sed. Los colores de esta refrescante bebida te atraerán y te ayudarán a mantenerte hidratada durante todo el día.
3. Elimina el refresco de tu refrigerador. Los refrescos son la peor bebida que puedes darle a tu cuerpo. Están llenos de calorías y lo único que expanden no es precisamente tu expectativa de vida, si no tu cintura. Es dañino para los huesos y órganos. Puede poner en riesgo tu salud promoviendo enfermedades como la diabetes, enfermedades cardíacas, síndrome metabólico, cáncer y aumento de la presión arterial. Si tienes hijos puede provocar la obesidad infantil. Elimina los refrescos de tu nevera lo más pronto posible.
4. Ponle__ fecha.__ Los alimentos no duran para siempre y cuando pasan desapercibidos, se pudren y los tenemos que botar. Una excelente manera de no desperdiciar alimentos es colocándole una etiqueta con la fecha cuando los guardemos. De esa manera no quedarán en la nevera por semanas y evitarás encontrar alimentos con moho, hongos o podridos.
5. Empaca la porción adecuada. Cuando tienes hambre es muy fácil comer en exceso, incluso comida saludable. Lo más recomendable es dividir la comida como por ejemplo el guacamole, frutos secos, vegetales, carbohidratos, etc., en diferentes envases equivalentes a la porción adecuada. De tal forma, que cuando sientas hambre, no estarás tentada a comer más de la cuenta.
6. Coloca tus hierbas en agua. Colocándolas en agua no sólo las mantendrás hidratadas, pero manteniéndolas a la vista te sentirás inspirada a cocinar con ellas y darle así más sabor a tus comidas. Colócalas en una jarra llena de agua y cúbrelas con una bolsa plástica, esto lo puedes hacer inclusive con el cilantro. Las hierbas no contienen sodio, azúcar o algún otro componente innecesario que sea dañino para nuestra salud. Incorporar hierbas frescas a tu alimentación te ayudará a fortalecer tu sistema inmunológico y también a limpiar y nutrir tu cuerpo con vitaminas y minerales esenciales para el bienestar de nuestro organismo.
7. Cocina vegetales y granos con antelación. Especialmente aquellos que puedes mantener en tu nevera sin que se dañen como por ejemplo quínoa, pimentones y berenjenas asadas, huevos hervidos, entre muchos otros. Trata de cocinar estos alimentos en lotes grandes que te duren toda la semana y puedas utilizar en ensaladas, wraps o como una merienda saludable. El comer saludable no debe tomarte mucho tiempo sólo necesitas un poco de creatividad. Mediante la preparación previa, no tendrás la necesidad pararte en ningún restaurante de comida rápida cuando estés corta de tiempo.
Este post fue publicado originalmente el 18 de agosto del 2014.
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