Julia Matsumoto entró al quirófano buscando solución a su problema de soprepeso y encontró un milagro. La mujer, quien a los 31 años quedó completamente ciega a causa de una rara enfermedad llamada neuritis óptica, logró volver a ver en menos de cuatro días. ¡Qué insólito!
Esto ocurrió luego de someterse a una liposucción a base de un novedoso tratamiento, que consiste en extraer células madres de su cuerpo para luego volver a colocárselas.
Los médicos están impresionados con los resultados tan efectivos, que despiertan nuevas teorías. Pero queda una gran duda…
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Han hecho todo tipo de conjeturas para determinar si Matsumoto recuperó la visión debido a la extracción y reinserción de células madres, o al severo tratamiento con esteroides al que primero fue sometida.
Con el segundo procedimiento había ganado más de 100 libras en tres meses, lo que resultó bastante frustrante para la mujer. "Llegué al punto en que no podía caminar, no podía disfrutar mi vida", explicó.
Eso se aunaba a su problema de ceguera que la sorprendió en su adultez, pasando de algo parcial a severo. "Pasó de ser del tamaño de un alfiler, a eventualmente completamente negro", indicó.
Después de todas estas calamidades, empezaron a ocurrir pequeños milagros para ella. Primero porque con los tratamientos ya había conseguido ver parcialmente y su vida comenzaba a cambiar.
El doctor Mark Berman, quien le realizó el procedimiento médico, advirtió a CBS que el caso de Matsumoto le hizo comprender lo delicado de la intervención para reducir peso. "Ahora, le digo a la gente que viene por liposucción 'no te apresures, tu gordura será reducida con células madres'", asegura el experto.
Lo más increíble es que la paciente no sólo consiguió la figura deseada, sino además ahora puede ver, cuando pensaba que su ceguera sería de por vida. Me fascina saber que pequeños milagros en la vida diaria como el suyo sean la ventana abierta a nuevos descubrimientos científicos del que muchas personas, con sus mismas limitaciones de salud, puedan hallar una cura.
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