Seamos honestas, en este mundo superficial de hoy en donde la apariencia física es supremamente importante, muy pocas personas–especialmente los adolescentes–sienten compasión por la gente obesa. Vemos a los obesos como feos, flojos, sucios, pobres y mal educados. Aunque ninguno de esos calificativos tiene que ver con el peso, los adolescentes obesos son discriminados y abusados.
Edgar Hernandezpesaba 370 libras a los 16 años, deprimido, solo y sin amigos no hacía nada más sino comer y dormir. Cuando el doctor le informó que su vida estaba en peligro, el joven no sólo cambió su vida sino también la de su familia.
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Cuando Edgar escuchó el diagnóstico prediabético supo que tenía que perder el peso haciendo ejercicio y comiendo sanamente. Cansado de que sus compañeros se burlaran de él en la clase de gimnasia, Edgar comenzó a caminar antes y después de ir y salir de la escuela.
Al principio le costó mucho trabajo y vomitó después de un cuarto de milla pero con el tiempo empezó a correr hasta que completó una milla.
Todos los miembros de la familia de Edgar son gordos. Sus padres fueron diagnosticados con diabetes tipo 2 cuando estaban en sus cuarentas. Aunque la familia tenía problemas de salud, no habían cambiado sus hábitos alimenticios. Cuando Mario, el hermano mayor de Edgar, vio que el adolescente estaba intentando cambiar su rutina decidió ayudarlo porque era el más gordo de la familia.
Mario decidió reemplazar todos los alimentos chatarra de la cocina y despensa con frutas, verduras y pechugas de pollo. También compró ropa de ejercicios y empezó a correr con su hermano. En lugar de comer dos burritos con queso crema y mantequilla, Edgar empezó a comer una pechuga de pollo con 2 tazas de brócoli. El joven no se matriculó en ningún plan de dieta sino que empezó a controlar las porciones de alimentos.
Hoy, a los 18 años, Edgar ha perdido 200 libras, corrió media maratón y está entrenado para correr una completa este año. Edgar se enamoró tanto de correr que se acabó de matricular a la Universidad Edwardsville de Illinois para estudiar ciencias de ejercicios.
Es impresionante ver la transformación y la determinación de este adolescente. No esperó a que su salud se empeorara para cambiar su estilo de vida. Edgar continúa inspirando a su familia y a muchas personas que se identifican con su historia.
Imágenes vía cnn.com
