Si hasta ahora has apreciado el poder del ajo para la salud, presta atención. El ajo negro, un ajo que ha pasado por un proceso de fermentación, ofrece más beneficios para la salud que el ajo fresco. Tiene un sabor dulce parecido al vinagre balsámico y a la ciruela. Su textura es parecida al sirope.
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El ajo negro se puede usar como ingrediente de la misma manera que se usa el ajo fresco, crudo o cocido. Últimamente los chefs más innovadores han estado usando este tipo de ajo en sus recetas. La fama de esta especia, sin embargo, se debe más a los extraordinarios beneficios de salud que se le atribuyen, tales como los siguientes:
Ayuda a disminuir el colesterol malo y podría reducir el riesgo del cáncer. El ajo negro tiene concentraciones más altas del compuesto S-alilcisteína. Este compuesto del ajo se ha asociado a la reducción del colesterol malo y a la prevención del cáncer.
Tiene más poder antioxidante que el ajo blanco. Según algunos nutricionistas, el nivel de antioxidantes se duplica en el ajo negro debido al proceso de fermentación. Estos antioxidantes ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares y a retrasar el proceso de oxidación que conlleva a ciertas enfermedades terminales.
Protege contra infecciones. La alicina, el compuesto en el ajo que ayuda a combatir los microbios y hongos, es más fácil de absorber por el cuerpo cuando se come ajo negro.
Podría ayudar a controlar los síntomas de la psoriasis. Aunque no hay evidencia científica, el ajo negro está adquiriendo fama como remedio casero para eliminar las manchas en la piel que ocasiona la psoriasis. Las personas que lo están usando simplemente lo consumen a diario.
No tiene un olor desagradable y su sabor es dulce. Una de las ventajas del ajo negro para las personas que lo quieren consumir a diario como un suplemento es su dulzura y aroma agradable. El ajo negro no tiene el sabor ni el olor fuerte que tiene el ajo fresco. No causa mal aliento.
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