El pasado fin de semana tuve una discusión muy divertida con mis cuñadas. Una de ellas juraba y perjuraba que, en 19 años de matrimonio, su marido nunca le había percibido un mal olor. Es decir, nos aseguró que no se le había escapado ni un gas delante de él. Ni siquiera cuando estaba embarazada.
Aunque lo encuentro difícil de creer, ella y yo compartimos la misma obsesión por evitar, a toda costa, emitir un mal olor. Hemos compartido historias de guerra con nuestros hijos por lo mismo y hasta recetas sobre el tema. ¡Hay algunas a prueba de lo peor!
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En el portal del afamado médico Dr. Oz encontré unas ideas fantásticas para reducir los problemas más comunes con olores corporales: El mal aliento, los gases, los pies, y las axilas. Algunos ya los conocía:
1. Sudoración de mal olor en los pies. Lo primero que tienes que hacer es asegurarte que los pies queden totalmente secos después del baño y que las uñas estén corta. Evita los zapatos de mala calidad, pues el interior sintético aumenta la sudoración y con ella el olor. Si aún así sigue ese aroma tan característico, puedes revisar que no tengas hongos entre los dedos. Si persiste el problema te puedes poner en los pies aceite de yerbabuena o de cedrón.
2. Mal aliento. Uno huele a lo que come. Si tienes mal aliento puede que acabaras de comer algo súper aromático como ajo o cebolla. Si el problema es persistente, puede tratarse de un problema dental o digestivo. Lávate bien los dientes, usa hilo dental y cepíllate hasta la lengua. Si persiste anda al dentista. Para una causa estomacal, ayuda mucho consumir probióticos.
3. Mal olor en las axilas. Muchos pensamos que es un tema de higiene y, aunque puede serlo, hay personas que tienen ese problema. Una pastita de ácido bórico en las axilas en las noches puede ayudar. También unas compresas de leche de magnesia. Si el problema persiste el médico puede ayudarte. ¡Tiene remedio!
4. Gases espantosos. Los gases son producidos por el intestino y algunas veces el olor es fulminante. Uno de mis hijos nos hace a todos salir corriendo, después de que come frijoles. Se producen cuando lo que comemos es demasiado para que el sistema digestivo lo procese adecuadamente. Un suplemento de enzimas o probióticos eliminan el problema.
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