Fue en una vacaciones con su hijo en Key Largo, en el Sur de Florida, cuando Inez Loredo decidió que tenía que hacer algo. Se había tomado una foto y no le gustó la imagen de sí misma en la fotografía. A los 30 años y con una estatura de 5 pies y 4 pulgadas, Loredo pesaba 236 libras y era una persona obesa. Pero la decisión que tomó ese día le cambió no sólo la imagen que tenía de sí misma sino su vida.
Lee más en ¿Qué más?: 6 Increíbles beneficios de comer sandía
Toda su vida tuvo sobrepeso. Le encantaba comer. Tomaba soda. Y se fue engordando hasta que le costó caminar y las rodillas le dolían. Pero aquel día en Key Largo marcó un punto de inflexión en su vida. Así que a la mañana siguiente se dijo "ya basta" y entonces dejó de tomar sodas y de comer comida chatarra. Cambió la pizza de masa gruesa por las espinacas, el pollo frito por pollo a la parrilla y las papas fritas por los espárragos.
Como no tenía dinero para ir al gimnasio, Loredo comenzó a caminar durante su hora de descanso del trabajo. Su primer objetivo fue perder 31 libras para su cumpleaños 31. Lo logró y comenzó a ir al gimnasio y luego a correr. Le agarró el gusto a trotar y eso también marcó otro hito en su vida. Ya corrió su primer medio maratón y está entrenando para correr un maratón.
Lo mejor de todo es que ahora Loredo pesa 130 libras, es decir que perdió 106 libras. Reconoce que la ha ayudado mucho el sistema de apoyo que tiene en sus amigos y su familia. Se siente orgullosa de si misma y de lo lejos que ha llegado. Dice que nunca se ha sentido mejor y yo creo que para Loredo, como para todos aquellos que se esfuerzan, luchan y son perseverantes, el cielo es el límite.
Imágenes vía Huffington Post