¿Sientes un cansancio extremo que no se alivia con nada? ¿Se te hace difícil conciliar el sueño? ¿Te despiertas cansada? ¿Haz acudido al médico y te ha dicho que estás completmaente saludable? Hoy en día muchas mujeres enfrentan estos síntomas de agotamiento. En la mayoría de los casos estos síntomas no son señales de ninguna enfermedad seria, sino consecuencia del trabajo excesivo y del estrés.
Sin embargo, esto no quiere decir que no debemos prestarles atención.
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El agotamiento físico y mental afecta tu calidad de vida, y a largo plazo también puede deteriorar tu salud. Si estás padeciendo de agotamiento extremo, dale auxilio a tu cuerpo haciendo lo siguiente.
1. Empieza a dormir más horas. Si quieres empezar a combatir el agotamiento, es esencial que le des prioridad a tus horas de descanso y sueño. Saca más tiempo para dormir, eliminando las actividades que no te ayudan a recuperar energía (como ver televisión o hablar varias horas a diario con tus amigas por teléfono).
Si puedes, empieza a dormir de 8 a 10 horas al día. Adopta rituales antes de dormir que te ayuden a conciliar el sueño mejor. Toma una infusión de manzanilla o una taza de leche caliente con canela. Date tiempo de silencio y apaga las luces.
Puedes también adoptar la costumbre de la siesta. Duerme o descansa al menos media hora después del trabajo (antes de empezar a cocinar o hacer otras tareas domésticas).
2. Toma suficiente agua. La deshidratación es una de las causas más comunes de la fatiga. Muchas veces es difícil detectar si estamos tomando suficiente agua. Observa el color de tu orina. Si el color es muy oscuro, entonces es posible que necesites tomar más agua.
3. Date breves recesos para respirar profundamente. La respiración profunda es una de las mejores fuentes de energía, tanto a nivel físico como a nivel mental. Ayuda a que el cerebro y todo el cuerpo reciba suficiente oxígeno para funcionar óptimamente.
Date tiempo para sentir el movimiento de tu respiración. Deja que el aire viaje hasta el fondo de tu vientre de una manera fluida, y deja que salga de una manera natural. Respira de esta manera consciente durante 3 a 5 minutos en cualquier momento del día.
4. Energiza tu dieta. Enriquece tu dieta con alimentos ricos en fibra. Incluye vegetales y frutas frescas. Come pescado al menos dos veces a la semana. El omega-3, que se encuentra en pescados tales como el salmón, el atún y las sardinas, es esencial para el cerebro.También es importante que mantengas los niveles de azúcar en balance. Come de cada cuatro horas, aunque sea una merienda sencilla.
5. Armonizate con tu reloj biológico. Observa a qué horas del día sientes más vitalidad y a qué horas te sientes más cansada. Si puedes, haz las actividades que requieran más concentración y energía a las horas que te sientes con más vitalidad. Si tienes que trabajar a las horas en que te sientes más cansada, entonces apoya a tu cuerpo tomando un jugo energético o una merienda, o dandote un breve receso de 10 minutos para calmar la mente.
6. Haz un tipo de ejercicio que relaje tu cuerpo y mente. Todos los tipos de ejercicio son buenos para empezar a recuperar la vitalidad. Sin embargo, si te sientes demasiado cansada para hacer ejercicios aeróbicos o de fuerza, busca otras alternativas más relajadas. Las clases de yoga restaurativa, tai chi o danza holística ayudan a tu cuerpo a descansar y a balancear todos sus sistemas.
7. Acude a un terapeuta alternativo. Las terapias alternativas que se enfocan en balancear el cuerpo son excelentes para combatir el agotamiento. Puedes acudir a un acupunturista, masajista o practicante de Reiki. Escoge un tratamiento especializado en recuperar energía y combatir el cansancio.
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