Del té se ha dicho de todo: que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, que ayuda a perder peso, que r__educe el riesgo de cáncer__, que previene las arrugas, que es bueno para la diabetes, que previene la obesidad, que ayuda a bajar el colesterol, que reduce el estrés, que ayuda a curar la gripe, en fin que la lista es interminable y con tantas bondades y beneficios no entiendo que hacemos tomando otra cosa que no sea ¡té! ¿Qué tan de cierto en todo eso? ¿Cuáles son los mitos y realidades de esta bebida milenaria?
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Para mí lo mejor del té son las galletas que lo acompañan. En serio. Pero reconozco que a veces me he propuesto dejar de tomar café y lo he sustituido por té, me ha ido bien. Si se trata de té negro, le pongo un poco de limón. Si se trata de té verde, puedo tomarlo solo, si acaso con un poco de miel.
En todo caso, es importante que sepas que lo que diferencia al té negro del té verde es que el primero es fermentado y el segundo no. Es decir, son esencialmente producto de la misma planta, y lo que cambia es la forma como es procesado.
Precisamente es el té verde el que es más beneficioso para el organismo. Por los antioxidantes que contiene, el té verde se recomienda para las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer.
También por su capacidad de oxidar las grasas, es bueno tomarlo cuando estamos a régimen o dieta par perder peso. Eso sí, si lo vas a endulzar, que sea con edulcorantes artificiales para que contribuyas con el consumo de calorías.
Y es que el té verde es rico en polifenoles, sustancias nutritivas que no se destruyen con la fermentación (lo que sí ocurre con el té negro), pero que se fermentan en el organismo una vez que son consumidas. Los polifenoles tienen un efecto antioxidante que ayuda a combatir a los radicales libres.
Esto, palabras más, palabras menos, contribuiría a prevenir el cáncer y también a evitar que las arterias se obstruyan al tiempo que se regula la tensión arterial
Del té negro se dice que tiene propiedades relajantes (aunque yo prefiero la manzanilla) y si se consume regularmente y por espacio de seis meses, incluso podría contribuir a disminuir la presión sanguínea.
Si por algún motivo debes disminuir el consumo de cafeína, entonces el té verde es la solución porque aunque contiene cafeína, las cantidades son mínimas en comparación con el café. Mientras una taza de café negro tiene de 80 a 120 mg de cafeína, una de té verde tiene unos 40 mg.
También existe una variedad de té que se produce en China, y a la que se conoce como té blanco, que debido a su rico contenido de polifenoles, se cree que contribuye con la producción de colágeno y por esta vía ayuda a combatir las arrugas.
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