Para algunas personas todo tiempo pasado fue mejor. Sienten nostalgia por las tradiciones y valores que se han perdido y desean que algunas cosas fueran como antes. Bruce Springsteen lo escribió en su canción "Glory Days" y Woody Allen lo relató en su película Midnight in Paris. El pasado tiene cierta grandeza pero estos extraños tratamientos antiguos demuestran que en cuanto a la tecnología y la medicina nada se compara con el presente.
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1. Excrementos de aves. Para aliviar las quemaduras. En un mortero se combina un puñado de hierba cana, doce cabezas de cebolla larga y una pinta de excremento de pollo o ganso (lo más fresca posible). A la mezcla se le agrega grasa de cerdo hasta que se vuelva cremosa.
2. Cuatro sapos grandes vivos. Para las torceduras, esguinces, problemas de espalda y el reumatismo. Hierve los sapos vivos en una olla con agua hasta que el líquido se reduzca por la mitad. Agrega una libra de mantequilla y dos onzas de tintura de árnica.
3. Ratón podrido. Para curar que los niños se orinen la cama.
4. La orina de niños. Para curar la plaga. A la orina fresca se le agrega melazas y agua de anís, se pone en un tasa y se le da al paciente en ayuno por tres dias.
5. La mano de un hombre muerto. Para curar tumores de la piel. Simplemente frota la mano muerta varies veces hasta que caliente la parte de la piel donde está el tumor. El tumor desaparecerá en varios días.
6. Gusanos grises con patas de agujas. Para sacar las muelas. Simplemente pon bastantes gusanos en el diente afectado, al moverse con sus agujas finas como las de un puercoespino va a hacer que se caiga el diente.
7. La pezuña izquierda de un alce. Para curar la epilepsia. Mientras se quema la pezuña izquierda del alce se coloca por debajo de la nariz del epiléptico. El olor va a hacer que la tembladera pase.
8. Halar el cabello, la nariz y poner a un cerdo a gritar en el oído del paciente. Para curar el letargo y falta de energía. Además, hay que amarrar al paciente a la cama y masajear muy fuertemente sus pies para llenarlo de energía. Pon paja dentro de la nariz para hacerlo estornudar y evita a cualquier costo que el paciente se duerma.
¡Qué asco!
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