
Thaine Marston tiene 11 años y a los 9 se cayó de un trampolín. La caída fue tan aparatosa que el niño fue diagnosticado con escoliosis, una condición que hace que la columna vertebral parezca una "s" y que puede tener serias consecuencias para la postura, estatura y hasta capacidad respiratoria de quienes la padecen.
Cuando a la mamá de Thaine le dijeron que la cura para la deformación de la espina dorsal de su hijo era un procedimiento quirúrgico invasivo y complicado, decidió buscar otras alternativas y ocurrió el milagro. No me lo vas a creer cuando te lo cuente.
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Puedo entender la reacción de Paula Marston, la mamá de Thaine. Mi hermanita también fue diagnosticada con escoliosis múltiple a los 13 años, justo cuando empezaba la adolescencia. Era una niña hermosa y espigada y de repente los médicos la condenaron a usar un corsé de Milwaukee, una estructura metálica que debía usar debajo de la ropa y que si bien la mantenía erguida, la hacía ver como un robot.
No puedo imaginarme lo que significó para ella ir al colegio a los 13 años con ese horrible aparato. Fue tanto lo que lloró y suplicó que mi mamá se dio por vencida. El corsé terminó en la parte alta del clóset de mi hermana, que en cambio comenzó a hacer danza moderna y eso la ayudó muchísimo.
Paula Morston buscó tratamientos alternativos y dio con el novedoso "control de expansión magnética" que consiste en la colocación de imanes o magnetos en la columna vertebral del paciente, que luego son controlados con una barra metálica externa que le permite a los doctores ir enderezando la espina dorsal gradualmente.
Gracias a este tratamiento, Thaine ha crecido seis pulgadas en 18 meses ¿no te parece increíble? Pero lo mejor es que por fin puede llevar una vida normal. Como además el niño va a seguir creciendo, sus doctores seguirán enderezando su columna.
Las cicatrices tras la inserción de la varilla imantada en un espina dorsal son mínimas, en comparación con lo que hubiera sido una traumática cirugía de huesos. El mismo día que le colocaron la varilla estaba de pie, algo que no hubiera podido soñar en el caso de un procedimiento quirúrgico convencional.
Al igual que Paula Morston, creo que a veces debemos arriesgarnos. En el caso de Thaine es uno de los 300 pacientes que han recibido este tratamiento en Inglaterra. Bien por él.
Imagen vía SWNS TV/YouTube