De niña, cuando floreaban las cayenas, que es como le decimos en Venezuela a la flor de Jamaica (que en inglés se conoce como hibiscus), salía con mis amiguitas de jardín en jardín a buscar flores, que arrancábamos directamente del pedúnculo, para succionar el néctar dulcito que escondían en la base de los pétalos. Jamás hubiera podido imaginarme en esa época que en esas flores que adornaban los jardines, patios y solares de mi querida ciudad natal, estaría la cura de la obesidad…
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Cómo lo oyes amiga y si eres de las que tomas agua o té de flor de Jamaica con regularidad, pues te felicito, porque sus ventajas son muchas incluyendo que su ingesta podría contribuir con la pérdida de peso.
Un estudio reciente reveló que entre las propiedades de la flor de Jamaica está la de regular el metabolismo. ¿Qué quiere decir esto? Pues que su consumo puede ser beneficioso para las personas con sobrepeso.
De hecho, un experimento con personas obesas, de edades comprendidas entre los 18 y los 65 años, demostró que aquellos que consumían extracto de flor de Jamaica por 12 semanas no sólo bajaron de peso, también perdieron masa corporal, grasa corporal y como resultado su cintura era más fina y sus caderas menos anchas.
Según los investigadores, el extracto de flor de Jamaica, que es lo que se conoce como Hibiscus sabdariffa extracts*,* "podría actuar como un adyuvante para la prevención de la obesidad y el hígado graso no alcohólico". Este efecto se atribuye al alto contenido de polifenoles que, sin entrar en honduras, son unas sustancias químicas que se encuentran en las plantas y que se se fermentan en el cuerpo humano una vez que son ingeridas.
En el caso de los polifenoles contenidos en la flor de Jamaica, estos podrían ayudar a combatir el sobrepeso. Y es que según el estudio que estoy comentando este extracto contribuye a reducir los ácidos grasos libres, que están asociados con la obesidad y la diabetes.
Si eres de las que tomán té o agua de Flor de Jamaica, sólo te recuerdo que para lograr el efecto adelgazante no le agregues azúcar. Prueba a endulzarlo con miel o edulcorantes artificiales que no aportan calorías. Trata de ir endulzando cada vez menos. El objetivo debería ser que tomaras el té natural y te acostumbraras a su sabor amargo.
Imagen vía Enriqueta Lemoine
