No sé cuántas veces mi mamá tuvo que pegarme en la mano para que me dejara de morder las uñas, bueno, creo que con que me hubiera contado una historía como la que te voy a contar mis problemas hubieran terminado.
Resulta que un hombre de Inglaterra de 40 años murió debido al mal hábito de morderse las uñas. Todo comenzó con una terrible infección generada por esta terrible obsesión…
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John Gardener era árbitro de fútbol amateur pero desde que tenía 9 meses de edad se mordía las uñas, por lo que los doctores creen que con el tiempo se volvió inmune al dolor que generaban sus heridas.
Con los años, el hábito empeoró y comenzó a sufrir de ansiedad y depresión.
Fue admitido en un hospital el mes de septiembre con septicemia, y tratado con antibióticos porque no quería perder su dedo, pero ocho días después los doctores tuvieron que amputarle la punta del dedo.
Los especialistas indicaron que sus uñas siempre estaban en muy mal estado y sangrando. Dos semanas después de llegar al hospital y tras mostrar señales de haber mejorado, en un terrible golpe de suerte, tuvo un infarto que terminó con su vida.
"Pudieron haber hecho más para ayudarlo", declaŕo la madre del hombre, sin embargo, los doctores señalaron que Gardener también era diabético y ya había sufrido la amputación de parte de sus pierna derecha, por lo que su salud no era la mejor.
No puedo creer que un hábito tan común pero tan malo tenga el poder de terminar en la muerte, pero después de leer esta historia tiene mucho sentido que podamos terminar con una infección en las uñas y ni siquiera saberlo. Ojalá que su familia encuentre pronta paz y que todos los que tenemos este terrible hábito nervioso decidamos con paciencia dejarlo una vez por todas.
Imagen vía Corbis