10 Minutos de esta poderosa práctica puede ser la clave para tu pérdida de peso

Hoy te quiero hablar sobre la respiración. Esta acción es una de esas cosas que hacemos sin pensar y no nos damos cuenta de cómo beneficia a nuestro cuerpo. Sabemos que sin oxígeno nuestro cerebro dejaría de funcionar y moriríamos. Esto hace que la respiración sea una de las funciones más importantes de nuestro cuerpo. Pero muchas personas no saben lo poderoso que es éste simple acto, cuando se hace correctamente.

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Cuando nos estresamos, nuestra respiración es muy superficial. Incluso pasar mucho tiempo sentadas en un escritorio o frente a la televisión reduce nuestros niveles de respiración. La respiración superficial nos causa fatiga. Aprender a respirar correctamente tiene muchos beneficios para nuestro cuerpo. El oxígeno ayuda a diluir la sangre lo que reduce la presión arterial. También acelera el flujo de la sangre por nuestro cuerpo. Lo que a lo mejor no sabes, es que el tener más oxígeno en nuestro sistema acelera nuestro metabolismo. Esto significa que respirar profundamente te puede ayudar a adelgazar ya que quemarás calorías más rápido.

El respirar aire puro es mucho mejor. Cuando entrenas al aire libre incrementas el nivel de oxígeno en tu sistema mucho más que cuando entrenas en un sitio cerrado. Caminar o montar bicicleta al aire libre, en la naturaleza, rodeada de árboles y flores, es una excelente forma de llevar tu nivel de oxígeno a su máximo nivel. El aire frío es mucho mejor también porque tu cuerpo debe trabajar extra para mantenerse a una temperatura adecuada. 

Mientras más duro entrenes, más profunda será tu respiración. Esta es una de las razonas por la que el entrenamiento a intervalos de alta intensidad es muy beneficioso para ti. Tu cuerpo trabaja a toda velocidad por unos minutos y luego descansa o baja la intensidad por unos minutos. Esta acción maximiza tu nivel de oxígeno. 

Sin embargo, no es necesario que salgas al aire libre o vayas a un gimnasio para que te beneficies de la respiración profunda. Apenas te despiertes, dedica diez minutos de tu tiempo para respirar profunda y tranquilamente. Llena tu abdomen de aire – lentamente; mantén tus hombros en su posición natural. Aguata la respiración por unos 8 a 10 segundos y luego exhala de manera lenta y controlada. Mientras más practiques esta actividad…podrás aguantar la respiración por períodos más largos de tiempo. 

Puedes comenzar con esta práctica varias veces al día por unos 3 a 4 minutos. Hazlo durante una semana.

Hazlo a cualquier hora del día que te sientas cansada – tómate unos minutos para relajarte y respirar. 

Aprende a exhalar por la boca mientras liberas todo tu estrés y toda la negatividad. 

Con el tiempo, podrás hacer esta práctica durante 10 minutos, pero debes hacerlo de forma gradual. 

En algún momento querrás practicar la "Respiración de Fuego". En esta práctica debes inhalar y exhalar rápidamente desde tus músculos abdominales. No debes detenerte entre cada respiración. 

Estos ejercicios simples acelerarán tu metabolismo e incrementarán tu nivele de energía. 

Imagen vía Corbis