La acelga (conocida en inglés como chard) es una verdura de hojas verdes muy adecuada al consumo frecuente, ya que por sus aportes vitamínicos y bajas calorías, ayuda a adelgazar mientras estás ingiriendo una cantidad de fibra importante al organismo. Es fácil de preparar y digerir, y se puede añadir a gran cantidad de recetas.
Para las mujeres en edad de gestación, es fundamental consumirla tanto antes como durante el embarazo, por su alto contenido en vitamina C y ácido fólico.
Te cuento cómo escogerla y familiarizarte con la acelga, para que aprendas a prepararla en deliciosos platos que no tendrán desperdicio. Tu cuerpo y tu salud lo agradecerán.
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La planta Beta Vulgaris, de origen mediterráneo, tiene hojas verdes mejor conocidas como acelgas. Es una planta fácil de cultivar, económica y una fuente de minerales como potasio y calcio, indispensables para el óptimo funcionamiento del organismo.
¿Por qué se dice que adelgaza? Porque contiene solamente 18 calorías por cada 100 gramos, el nivel de grasas es casi inexistente (cero!) y muy pocos carbohidratos. Además, al ser reguladora del tránsito intestinal, gracias a sus altos niveles de fibra dietética, produce una sensación de llenura que disminuye el apetito.
A la hora de comprarlas: Escoge las acelgas de color verde oscuro uniforme y hojas brillantes, para asegurarte de que estén frescas, no tengan sabor amargo y posean mayor cantidad de vitaminas. Evita las de hojas amarillentas, ásperas, arrugadas y muy grandes, pues son indicio de que la planta floreció o casi lo hizo, lo cual les confiere un sabor amargo. Inclínate por las de tamaño mediano y textura lisa.
Antes de cocinarlas: Las pencas o tallos de la acelga son comestibles al igual que las hojas, pero demoran más en ablandarse, por lo que es recomendable ponerlas a hervir o al vapor con anticipación. Si quieres mantener sus propiedades vitamínicas, pásalas por agua hirviendo durante dos minutos o incluso, agrégalas a tus ensaladas frescas cortadas en trozos finos.
No la tengas en la nevera por más de dos días, ya que la acelga se marchita rápidamente por ser un alimento perecedero. Si la puedes comprar el mismo día que la piensas preparar, ¡mucho mejor!
Te advierto que por su gran contenido de oxalatos, es contraproducente comerlas en exceso las personas que sufren de cálculos biliares o litiasis renal. Del resto, casi no tienen contraindicaciones para su consumo.
Recetas a base de acelgas: hay muchas, incluyendo sopas y cremas, tortillas, gratenes, pasteles, quiches, y aperitivos. Incluso hay recetas de los tallos de acelgas rellenos de carne y rebozados. Busca las de tu preferencia y comienza a preparar estos platos a base de acelgas, para que te consientas de una manera saludable y veas pronto resultados en cuanto a la pérdida de peso.
Imagen vía Corbis Images