
Hay muchas historias de cómo la gente pierde peso que son realmente sorprendentes, pero la que te voy a contar ahora también es muy especial. Para Torrie Creamer, quien solía pesar más de 320 libras, todo comenzó a cambiar en su vida con un cupón para una clase de ejercicio para mujeres. Pero su increíble historia es acerca de mucho más, incluyendo la amabilidad de los extraños y cómo una buena acción puede hacer una diferencia enorme en la vida de otra persona.
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Creamer, había luchado con su peso desde que tuvo su primer hijo y fue incapaz de las libras de más que había subido durante su embarazo. Después de tres hijos y 10 años de matrimonio, la joven mujer pesaba 322 libras.
Un día, uno de sus hijos le preguntó por qué estaba tan gorda y Creamer utilizó la excusa de que había tenido tres hijos grandes que habían hecho que su panza se estirara para explicarle su obesidad a su hijo. Pero él no estaba convencido y rápidamente le contestó: "Ahora ya no tienes ningún bebé dentro de ti así que ¿por qué sigues gorda?". Por alguna razón, eso la hizo reflexionar como nunca antes en su vida y ella misma se preguntó "¿Por qué estoy gorda?".
Y entonces vio un cupón de Living Social que ofrecía cuatro semanas de campamento de entrenamiento (boot camp) para las mujeres por sólo $25 y decidió comprarlo. No era la primera vez que se unía a un programa de ejercicios o que trataba de perder peso haciendo dieta. Pero algo debe haber sido diferente esta vez, porque a pesar de las rutinas agotadoras y la sensación constante de que se iba a morir después de cada arduo entrenamiento, Creamer siguió yendo.
Al fin de las cuatro semanas, la mujer había perdido 15 libras. Durante todo ese tiempo, se mantuvo en la parte de atrás de la clase, haciendo lo suyo sin meterse con nadie. Cuando se terminó la oferta, Creamer sabía que quería continuar, pero justo se enteró que se había quedado sin trabajo. Me imagino que se debe haber sentido como si el mundo estuviese en contra de ella. Creamer le dejó un mensaje a su entrenador explicándole lo que había pasado sin imaginar lo que sucedería después.
Una mujer de su clase la llamó más tarde para decirle que habían oído lo que le había sucedido y que habían decidido unirse y pagar ellas mismas para que siguiera yendo a las clases, ya que nunca había visto a alguien tan comprometida. Creamer se quedó sin habla porque ella apenas las conocía y sin embargo, estaban dispuestas a hacer eso por ella. Obvio que aceptó la oferta y ahora pesa 145 libras menos y se ve y se siente fantástica.
Como dije anteriormente, es realmente inspirador cómo un acto de bondad puede cambiarle la vida a otra persona.
Imágenes vía Torrie Creamer/Twitter