Ahora cuando la gente me pregunte que por qué ando tan contenta, no diré que porque a mis hijos les está yendo muy bien en la escuela y han dejado la peleadera entre ellos, ni porque me hicieron dos biopsias y las dos resultaron negativas, ni porque en menos de 8 semanas he perdido 13 libras y ahora no me quito un jean talla 2 de encima. No. Diré que soy feliz por todas las lentejas que me comido últimamente.
Es tanto lo que me gustan las lentejas que en el tiempo que llevo compartiendo mis recetas aquí en Mamás Latinas, he publicado mi sopa de lentejas con cilantro, mi sopa de lentejas a la italiana, mi sopa de lentejas a la francesa con tocineta y mi sopa de lentejas con chorizo ¡y las que faltan! Ya te estarás preguntando qué tienen que ver las lentejas con el estado de ánimo y yo te diré que mucho. Sigue leyendo para que veas.
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Si amiga, como lo oyes. Los científicos han descubierto que __s__i comemos los nutrientes adecuados, podemos mejorar nuestro estado de ánimo y resulta que las lentejas están en el grupo de alimentos que ayudan a ser feliz ¿no te parece increíble? ¡Yo estoy fascinada!
En primer lugar hay que comer alimentos ricos en proteínas como las lentejas, los frijoles. No estoy hablando de proteínas animales, sino de alimentos ricos en aminoácidos (que son los que construyen bloques de proteína) y que son los que ayudan a elevar el espíritu porque contribuyen con la producción de serotonina, que es la hormona que controla los estados de ánimo y el apetito ¿no te parece maravilloso?
Fíjate que esos alimentos incluyen además de las lentejas y frijolitos, y otras fuentes como las colecitas de Bruselas y el maní. Todos estos alimentos, que como habrás notado ninguno es de origen animal, contienen el aminoácido trytophan, que se ha descubierto ayuda a las personas con problemas para dormir. Se recomienda incluir este tipo de proteína en al menos dos comidas o meriendas al día.
Al parecer el pescado (y especialmente el llamado azul) también es lo máximo cuando de levantar el ánimo se trata. Por ejemplo, los pescados como el salmón, el bacalao y los arenques son ricos en aceite Omega-3 y se ha comprobado que ayudan a mejorar el estado de ánimo porque regulan y mejoran las funciones y conexiones celulares. Mientras más alto el nivel de Omega-3 en la sangre, más la serotonina que producirá el cuerpo y por lo tanto te sentirás más feliz. Y si comes macarela (caballa), te cuento que tiene efectos antidepresivos porque no solo aumenta la energía sino que además ayuda a restaurar los sentimientos de calma y balance.
Por si esto fuera poco, se recomienda una adecuada ingesta de las vitaminas del complejo B, que ayudan a mantener la salud del sistema nervioso y además controlan la producción y balance de la hormona de la felicidad. Los alimentos ricos en vitamina B incluyen las bananas, aguacates, pollo, granos integrales y vegetales de hojas verdes. ¡Yo estoy que trino porque, salvo por el pollo, todo lo que recomiendan forma parte de mi dieta regular! ¿Será por eso que ando tan feliz?
Imágenes vía Enriqueta Lemoine
