Al igual que a ti, me preocupa mi peso y aumentar de talla, sobre todo en esta época del año en la que todas nuestras celebraciones familiares y con amigos implican comilonas. Por eso cuando leí que este hombre perdió ¡50 libras! aplicando los cuatro trucos que hoy voy a compartir contigo, corrí a escribir. Sigue leyendo para que veas de que se trata esta maravilla.
Lee más en ¿Qué más?: ¡ASOMBROSA pérdida de peso! Bajó de talla 16 a 8 en 3 meses haciendo esta dieta…
Richard Blais es chef, tiene un show de televisión que acaba de estrenarse en HLN y bueno, si dice que perdió 50 libras, pues creo que vale la pena intentarlo. Además, lo que hizo es tan sencillo que me provoca empezar ahorita mismo.
Lo primero es que cuando vayas a comer hamburguesas, así sea de las que hagas al grill en la parrilla de tu casa, sustituyas la carne por champiñones. Es muy sencillo, si asas o cocinas al grill los champiñones, con apenas un poquito de sal, estarás reduciendo no solo la cantidad de calorías y grasas, sino que además tendrás todo el umami que hará que tu boca se haga agua y experimentes el placer de comer si la culpa.
Como no sabía qué era el umami, investigué y me enteré de que es uno de los cinco sabores básicos que experimenta nuestro sentido del gusto. Al umami ese le conoce como el "placentero sabor salado" que está presente en las comidas saladas que son adictivas (como los chips y la comida rápida). Para que la experiencia de las hamburguesas de champiñones sea aún más placentera, te sugiero que uses portobellos gigantes. Ya verás qué delicia.
El segundo truco de Richard es sustituir el arroz blanco por hojuelas de avena o por quínoa. Y tiene mucho sentido, tanto la avena como la quínoa son ricas en fibra y la quínoa es particularmente rica en proteína. Nunca se me había ocurrido comer avena sino en el desayuno, en granola o en galletas, pero pensándolo bien su saber es bien neutro y sazonada como si tratara de un risotto debe ser una delicia… El chef también sugiere que cuando se trata de arroz salteado, como el de la comida china, se sustituya por miso ¡qué gran idea!
Por último Richard propone otro truco para engañar al cerebro que me parece genial y que de hecho yo he usado intuitivamente con mis hijos. Se trata de sustituir el azúcar con canela y vainilla. Yo lo hago cuando le preparo licuados de fruta a mis niños, o con la misma avena y los atoles: reduzco al mínimo la cantidad de azúcar y agrego un poquito de canela o vainilla, o las dos cosas. Lo que ocurre con estas dos especias es que engañan totalmente al cerebro que cree que son dulces ¿No te parece increíble?
Imagen vía Thinkstock