Todos al comenzar el año nos hacemos promesas de Año Nuevo, una que repetimos frecuentemente es que queremos perder peso. No estoy diciendo que esté mal, porque el sobrepeso afecta nuestra salud de forma directa. Sin embargo, más importante que adelgazar para sentirnos bien con nosotros mismos, es aceptarnos tal y como somos. Para mí esta ocasión es muy especial, ya que mi pasión y misión es ayudar a la mujer – especialmente- a sentirse feliz en su cuerpo, tal como es.
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Amar el cuerpo es esencial, no solo para nuestra felicidad, sino tambien para nuestra salud y bienestar. Es esencial, incluso, para las personas que quieren perder peso. Las mujeres que se ponen a dieta sinténdose mal con ellas mismas y con su apariencia física normalmente son menos exitosas en su plan de adelgazamiento que las mujeres que lo hacen amándose a ellas mismas.
Aquí comparto 5 maneras sencillas para amar el cuerpo. Cuando practicas estas acciones con frecuencia en tu diario vivir también puede empezar a superar los complejos que te hacen sentir mal con tu apariencia física.
Espero que esta semana puedas disfrutar estos sencillos rituales de autoamor y relajación.
Date permiso para respirar profundamente. El aire es un regalo de la vida, es gratis y no nos cuesta nada. Sin embargo, a menudo cortamos la respiración debido al estrés, a la prisa y la ansiedad. Ama tu cuerpo dándote permiso para respirar con calma. Date 5 minutos para sentir al flujo de la respiración en tu cuerpo.
Siéntate en un lugar tranquilo. Cierra los ojos. Pon tu atención en el aire que entra y sale de tu cuerpo. Respira de una manera natural, abriendo espacios dentro de ti para que el aire fluya armoniosamente.
Dale las gracias a tu cuerpo. La gratitud en general es una fuerza muy poderosa que favorece la salud y el bienestar. Si expresamos gratitud hacia nuestro cuerpo, entonces esos beneficios se multiplican. Honra tu cuerpo con una oración de gratitud.
Siéntate en un espacio tranquilo. Coloca tus manos en la zona del corazón y dale las gracias a tu cuerpo por algo específico que haya hecho por ti ese día. Por ejemplo: "Gracias por permitirme caminar hasta mi trabajo" o "Gracias por permitirme abrazar a mis hijos".
Dale cariño a tu cuerpo. Una de las maneras más poderosas de vencer los pensamientos negativos acerca del cuerpo y la apariencia física es la relajación. Ama tu cuerpo dándote experiencias que liberan las tensiones físicas y que calman la mente. Date un baño aromático, date un masaje en tus manos o acude a un masajista.
Llénate de vitalidad con las plantas y árboles. Cuando pasamos tiempo en la naturaleza nos relajamos y nos liberamos del estrés urbano. Recibe este regalo de la naturaleza pasando 15 minutos en un jardín, en un parque o en espacio en tu casa donde tengas plantas. ¡Tu cuerpo te agradecerá este regalo de vitalidad!
Expresa tu armonía bailando a tu gusto. Date tiempo y espacio para bailar una canción o pieza musical que te apasione y que despierte tu alegría. No te preocupes por hacer pasos ni movimientos específicos. Baila a tu gusto siguiendo los impulsos naturales de tu cuerpo.
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