Con los cambios de estación llegan la tos, los resfriados y la odiosa gripe. Pero don't panic que todo mal tiene su cura y lo que te traigo hoy son las recetas de mis abuelitas y las otras que me ha enseñado la vida para prevenir y aliviar los síntomas.
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Aunque no es un remedio de mi abuela, ¿qué tal si te decides a ponerte de una vez por todas la vacuna contra la gripe? Está disponible en las principales farmacias del país y seguro te evitarán más de un quebranto. Pero si no te gusta la idea, aquí te dejo unos remedios caseros de mi abuela que son fabulosos.
Jengibre. El jengibre es conocido por sus propiedades analgésicas y antipiréticas. Para este té de jengibre que solía preparar mi abuelita paterna no tienes sino que hervir un pedacito de jengibre fresco por 3-4 minutos y luego lo dejas reposar tapado por unos 5-10 minutos. Lo sirves en una taza con una o dos cucharaditas de miel y santo remedio.
Equinacea. Cuando andas de capa caída por una gripe, nada como las cápsulas de equinacea. Las venden en las tiendas donde venden vitaminas. Yo me las tomo y es como si me tomara una cápsula de energía porque de verdad, se me levanta el espíritu.
Sauco y eucaliptus. Nada como el vapor de saúco y eucaliptus para descongestionar las vías respiratorias. Sólo tienes que poner ramas de estas dos plantas (también puedes hacerlo sólo de saúco y sólo de eucaliptus) a hervir en una olla con agua tapada. Después que hiervan por 5 minutos, retiras del fuego, te pones una toalla tipo manto en la cabeza y te inclinas frente a la olla, teniendo cuidado de no quemarte. La idea de la toalla es que los vapores no se escapen y puedas respirarlos. El alivio es inmediato.
Limón y miel. El té con limón y miel es un clásico por tres razones: el líquido caliente tiende a aliviar y descongestionar, el jugo de limón tiene vitamina C y la miel relaja y calma la garganta.
Caldo de pollo. Y, ¿qué me dices del caldo de pollo? No hay nada que no alivie una sopita de pollo. Y si le ponen un poquito de cilantro, tanto mejor.
Agua. Manténte hidratada. Toma mucha agua, al menos ocho vasos diarios. Toma jugos cítricos y de otras frutas naturales, toma sopitas y caldos calientes. Así ayudas a tu organismo a desintoxicarse.
Limonada. Mi abuelita nos hacía tomar limonada caliente cuando estábamos engripados. De nuevo: la vitamina C es de gran ayuda para estos casos y el líquido caliente ayuda a descongestionar.
Vicks Vaporub. ¡Qué no falte! Abuela que no tuviera un frasquito azul con esta pomada milagrosa, no puede llamarse abuela. Si pones una cucharadita en un vaporizador, es el mejor descongestionante de las vías nasales del planeta. Frotado en el pecho es alivio inmediato y si tienes la nariz tapada, un puntico en cada fosa nasal y santo remedio.
Imagen vía Thinkstock