El sistema inmune de las mujeres es más resistente que el de los hombres y por eso las mujeres respondemos mejor a las vacunas, corremos menos riesgo de morir de cáncer de piel (melanoma). En realidad, a pesar de ser el mal llamado "sexo débil", las mujeres somos más fuertes que los hombres de pelo en pecho (perdón, se que ahora anda más de uno depilándose por ahí), y testosterona para regalar…
Y es que la testosterona (la hormona que hace que los hombres sean más musculosos, tengan barba y la barbilla cuadrada, les guste correr en las autopistas y no aguanten dos pedidas para ponerse a pelear), tiene un efecto noqueador cuando del sistema inmune se trata. Sigue leyendo para que veas de lo que se trata.
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Esto querida amiga, no lo digo yo que de científica. No tengo sino la fórmula de un buen sofrito. Lo dice el Centro de Investigación de Cáncer del Reino Unido en un estudio que acaban de publicar.
Me cuido mucho de andar por ahí vociferando que las mujeres somos más fuertes, resistentes o mejores que los hombres. Las razones son varias: primero, mi mamá era (o es) medio feminista y aunque entiendo sus razones y las del movimiento feminista, yo estoy en otro bando: me gusta que me abran la puerta, me cedan el paso y me paguen la cuenta.
Claro que además fui a la universidad, me gradué con honores, le he dado la vuelta al mundo varias veces, he tenido trabajos que más de un hombre hubiera deseado para sí y cuando resolví tener mis hijos, contra todo pronóstico, los tuve como productora independiente (léase mamá soltera). Es decir, más emancipada imposible.
Aún así, la batalla de los sexos no es conmigo. Me gusta que me traigan flores sin motivo ni razón, en mi clóset por cada 10 vestidos hay 1 ó 2 pantalones, me encantan los zapatos (y si son de taco alto mejor), no salgo a la esquina sin empolvarme ni llevar brillo en los labios y me puedo morir si no me hago manicura y pedicura una vez por semana.
Dicho esto, queda aclarado que ni soy feminista ni tengo reconcomio alguno contra los hombres. Pero el estudio señala que las mujeres somos más resistentes al cáncer, toleramos mejor las vacunas y en fin que somos unas duras pues, se suma a otros que han demostrado que a menor testosterona, más fuerte el sistema inmune. Tan sencillo como que cuando en un paciente con cáncer le bajan los niveles de testosterona, se recupera más rápidamente tras haber recibido quimioterapia.
Al parecer lo que nos hace más fuertes es el estrógeno que no es otra cosa que ¡la hormona de la feminidad pues! ¿Quien lo diría? Y una cosa si te digo: nunca fui tan feliz como las dos veces que estuve embarazada: me sentía súper woman por aquello de llevar una criatura en mi vientre y que se formara y creciera dentro de mí. Después cuando di a luz después de los 40, creí que era invencible y los meses que amamanté, ni te cuento.
De manera que creo que la respuesta a si somos o no superiores, esta en la maternidad. El hombre que pueda quedar embarazado, llevar un bebé en el vientre por 40 semanas y traer al mundo hijos perfectos, a los que puedes alimentar con la leche que producen sus senos, que levante la mano.
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