
Sé que beber gaseosas (sodas, refrescos) es malo para mi salud, sin embargo, se me ha hecho difícil renunciar a este hábito. Pero después de oír hablar de una mujer de 31 años de edad quien sufre de graves problemas de corazón a causa de su consumo de refrescos, creo que me tomé mi último vaso de refresco anoche. Por otra parte, la mujer, que vive en Mónaco, ha estado bebiendo 2 litros (medio galón) de soda diariamente desde que cumplió 15 años y dejó de tomar agua.
Lee más en ¿Qué más?: ¡Peligro! Esa bebida que tanto te gusta es casi venenosa: engorda y enferma
Tras un reciente desmayo, la mujer fue llevada al hospital donde le dijeron que sus niveles de potasio eran muy bajos y que sufrían de latidos del corazón irregulares. A continuación, procedió a confesar su adicción por la bebida dulce. Como no tiene antecedentes familiares de insuficiencia cardiaca, los doctores determinaron que su consumo extremo de refrescos era el culpable.
¿Te imaginas pasarte la mitad de tu vida sin beber agua no porque no puedes, sino simplemente porque no quieres? Debo admitir que no soy un gran amante del agua, pero incluso yo anhelo un vaso de agua helada cuando estoy realmente sedienta. De hecho, he encontrado que el agua es el único líquido que realmente logra saciar mi sed.
Después de abstenerse de beber gaseosas durante una semana, los cambios en los niveles de potasio de la mujer fueron dramáticos, lo que demuestra que nunca es demasiado tarde para librarse de la mala costumbre de beber soda.
No dejo que mis hijos la beban, pero la semana pasada estuvimos de vacaciones en Puerto Rico y me quedé anonadada al ver que la mayoría de sus primos–algunos de tan sólo 18 meses de edad–bebían soda con regularidad. Fue difícil decir constantemente que no a mis hijos cuando preguntaban si podían tener la misma bebida que sus primos, pero no me gustaría ser la responsable de que conozcan una sustancia peligrosa que podría terminar matándolos.
Imagen vía Thinkstock