Usualmente pensamos en las ensaladas como la opción más inteligente. No contienen la grasa de los alimentos fritos. No están repletas de azúcares que elevan la insulina, como un plato de pasta.
Esto hace que sea una excelente opción cuando queremos adelgazar. Aunque, a pesar de que comer una ensalada de pollo a la plancha te permite llenarte de proteínas magras y fibra, sin llenarte de grasa o exceso de calorías. Es importante que sepas que NO todas las lechugas son iguales.
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La cantidad de beneficios saludables y el impulso "quema grasa" depende del tipo de lechugas que comas. No estoy hablando de lo que le agregas a la ensalada, como pollo, carne, etc. Ni estoy hablando del tipo de aderezo lleno de azúcar. Estoy hablando de las lechugas como tal.
Porque lo que muchas personas no se dan cuenta, es que uno de los factores más importantes en hacer que una ensalada sea saludable es… ¡Utilizar la lechuga correcta!
Sé lo que estás pensando, "¿cómo me puedo equivocar con la lechuga?" . Pero a pesar de que parece simple, el tipo de lechuga que utilizas hace una gran diferencia en el valor nutricional de tu ensalada.
Estas son las malas noticias:
Lechuga "iceberg"—la cual es esa de color verde claro comúnmente utilizada—ofrece el valor nutricional más bajo. Este tipo de lechuga se utiliza porque le agrega una rica textura crujiente a la ensalada. Cada bocado es crujiente. Pero este tipo de lechuga no tiene ningún tipo de nutrientes. Básicamente sirve como un relleno, lleno de pura agua y fibra.
Así que a pesar de que es baja en calorías -lo cual es obviamente bueno cuando quieres perder peso—a la lechuga iceberg le faltan vitaminas y minerales que pueden convertir tu ensalada en no una muy buena opción para ti. Por suerte, existen otros tipos de lechugas que puedes utilizar para obtener un valor nutricional más completo.
La lechuga romana (la más oscura) es rica en vitaminas y minerales. Es increíblemente rica en Vitamina A y Vitamina C. También es rica en Vitamina K, Vitamina B1, Vitamina B2 y Vitamina B3. En lo que respecta a los minerales, es una excelente manera de agregarle calcio (bueno para tus huesos) y magnesio (ayuda a relajar los músculos) a tu dieta.
Otros tipo de lechugas nutritivas es la lechuga mache (canónigo), la lechuga de hoja roja y la arugula que son ricas en omega 3 y especialistas en quemar grasa. Pero lo mejor que le puedes agregar a una ensalada es la espinaca.
Es uno de los alimentos más completos en nutrientes, en todo el planeta. Esto quiere decir que proporciona una increíble cantidad de vitaminas y minerales, al mismo tiempo que es baja en calorías.
La espinaca también es uno de los recursos más ricos en antioxidantes los cuales combaten la grasa.
Una taza contiene más de 3600 UI de betacaroteno, lo cual es conocido por sus propiedades contra el envejecimiento y contra el cáncer. También promueve un corazón saludable. Cuando consideras que la espinaca también contiene magnesio, calcio y hierro, es más sencillo ver porque esta hoja es una de las mejores bases para una ensalada saludable.
Así que cuando puedas, trata de incorporar lechugas verdes nutritivas (especialmente la espinaca) en tus ensaladas. Este simple ajuste puede hacer una gran diferencia en llevar a tu salud (y apariencia) a otro nivel.
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