Nadie lo puede negar. Una de los males más dañinos de la vida moderna es el estrés. Hoy en día vivimos bajo un estrés constante que nos roba la capacidad de tener una vida tranquila. Existen situaciones de estrés que no podemos evitar, sin embargo, también hay situaciones estresantes que resultan de nuestros propios hábitos.
Aquí comparto cinco maneras sencillas de liberar el estrés en el diario vivir. En los últimos años estas estrategias antiestrés me han ayudado a tener una vida más tranquila. Espero que te sean útiles.
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Toma agua. Sí, aunque no creas lo que te digo. El agua es una fuente de relajación instantánea, tanto si la tomas como si la sientes en tu cuerpo. Tómate un receso de cinco minutos de cada dos horas durante tu día de trabajo. Toma agua con calma y lávate las manos y el rostro con agua fresca. Al final del día, también puedes tomar un receso más prolongado de agua. Date una ducha o un baño con aromas relajantes. como lavanda, jazmín o rosa.
Desconéctate de todos los aparatos electrónicos durante al menos una hora. Si siempre estás hablando por teléfono, respondiendo a llamadas en tu móvil o conectada a Internet, estarás más propensa al estrés. Date permiso para estar tranquila contigo misma durante al menos una hora al día. Puedes hacerlo incluso cuando estás ocupada cocinando o organizando tu casa. La clave es que puedas estar tranquila haciendo lo que necesitas hacer, sin interrupciones.
Pasa un rato conectada a la naturaleza. La madre naturaleza es muy generosa. Cuando nos sentamos en un jardín o caminamos entre los árboles, todo nuestro organismo se armoniza y entra a un estado profundo de relajación. Si no puedes ir a caminar al aire libre, conéctate a la naturaleza en tu propia casa.Ten plantas y flores en tu casa. Mira un documental acerca de la naturaleza o escucha música con sonidos de la naturaleza.
Libera la tensión muscular. El estrés se manifiesta en el cuerpo en forma de tensión muscular. Lo mejor es atajar esta tensión tan pronto se presenta con técnicas que relajen los músculos. Aprende algunos ejercicios de respiración o movimientos que te ayuden a liberar tensión muscular inmediatamente. Házlos tan pronto sientas tensión muscular en el cuerpo o establece una rutina diaria de ejercicios de relajación. Puedes aprender estas técnicas tomando clases de Yoga, por ejemplo, o buscando vídeos en Internet que muestren técnicas sencillas de relajación.
Haz una actividad simplemente por pasión. Dale un receso a tu mente y a tu cuerpo haciendo algo que te gusta, algo que no sea una obligación ni necesidad. Puedes salir a pasear por las calles de tu vencindario, visitar un museo o ir a un concierto. Puedes escuchar música durante un rato, bailar en tu casa sola o con tu seres queridos, o preparar una receta exquisita. Lo importante es que lo hagas por placer con calma, sin prisas ni expectativas.
Imágenes vía Thinkstock