__Hay una hora y un día específico en la semana cuando estás en mayor riesgo de comer de más y engordar. Son estos 60 minutos del terror donde la la mayoría de nosotras __sucumbe ante la tentación de la comida, comemos de más, y vemos nuestro peso subir y subir.
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Se dice que este día y esta hora es el momento propicio para arruinar nuestra dieta, pues nos damos al libertad de comer un poco más y comer algún "lujito" del que después nos podamos arrepentir. ¿Quieres saber qué hora es?
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La hora más peligrosa de la semana son las 7 p.m. de los domingos. Y la verdad, no me sorprende que sea un domingo en la noche, cuando descansamos y vemos un poco de tele, que sea la hora más peligrosa para las que estamos tratando de perder peso.
Un estudio comprobó que el diablo escogió éste día para hacernos mandar todo a volar y caer en la tentación de un pastelillo entre las 5 p.m. y las 7 p.m.
Sin embargo, un dato curioso de los resultados arrojados es que los lunes son los días más populares para comer snacks, algo que se debe probablemente al deseo de animar el mísero primer día de trabajo. ¿Quién no lo odia?
También se preguntó en la encuesta en qué comida del día la gente es más propensa a excederse. Con 65 por ciento de las votaciones los encuestados escogieron la cena, seguido por el almuerzo, y el desayuno en último lugar.
Los expertos en nutrición dicen que la clave en el incremento del comfort eating –es decir, comer para sentirse mejor– está en los cambios emocionales por los que atravesamos. Más del 60 por ciento de aquellos que revelaron que comían esas deliciosas galletitas a media tarde eran los que tuvieron un mal día en el trabajo y lo hicieron para "balancear" su mal humor. ¿Cuántas veces decimos "voy a comerme este pastelito porque me lo merezco"?
Sin sorpresa, y como muchos nutricionistas y médicos ya han dicho, aquellos que se saltan el desayuno son más propensos a comer de más por las noches.
Uno de los datos más importantes en la investigación resaltó lo malo que es comer tu lunch enfrente de la computadora en el trabajo. Casi 50 por ciento de las personas encuestadas comen frente a su escritorio, y esto conduce a que coman más en el resto del día.
Ahí lo tienen, tal vez si cambiamos estos hábitos poco a poco en nuestra vida diaria, podamos llevar una vida más saludable, perder peso, y lo más importante, sin martirios.
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Imagen vía Thinkstock
