Ahora resulta que comerte una barra de chocolate puede hacerte sentir más amargada de lo que estabas cuando pensabas que, precisamente por comértela, te sentirías mejor ¿Quién entiende a la ciencia médica? Un estudio reciente de la Universidad del Estado de Pensilvania da cuenta de que a las mujeres que nos preocupamos por la dieta y la forma como lucimos, el consumir chocolate o cualquier alimento no saludable, cuando estamos estresadas o amargadas, puede tener un efecto contraproducente y empeorar la forma como nos sentimos.
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¡Susto! Aunque hay momentos en los que una barra de chocolate parece la única solución cuando estamos de capa caída, lo cierto es que nuevas investigaciones demuestran que tu estado de ánimo puede empeorar cuando ingieres comida chatarra o comida que sencillamente no es saludable.
Me pregunto si esto tendrá que ver con el sentimiento de culpa que solemos experimentar cuando comemos lo que no debemos y tragamos sin, literalmente, masticar los alimentos. Como siempre: no está fácil la cosa y lo cierto es que todo es más complicado en el caso de las personas que como yo, comemos cuando estamos ansiosas.
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Según el estudio en cuestión, si bien el estado de ánimo empeora en el caso de las personas que ya andan de malas uvas o de malas pulgas, como dirían los españoles, también es cierto que aquellas personas con un buen estado de ánimo no son anímicamente afectadas por la ingesta de comida chatarra.
Lo mejor de este estudio es que puede ayudar a mejorar los tratamientos médicos para pacientes, especialmente mujeres, quienes tienen problemas con sus hábitos alimenticios (eating disorders), porque de alguna manera ayuda a comprender la relación entre los estados de ánimo y las conductas relacionadas con la comida, así como la relación existente entre las emociones y los alimentos.
Fíjate por ejemplo que los dulces pueden hacer que la gente se sienta peor. Esto no lo digo yo. Lo dice Helen Bond de Asociación Británica de Dietistas, quien asegura que cuando nos dan los antojos y arrebatos por los dulces y las comidas grasosas, pensamos que con ingerirlos mejoramos nuestro estado de ánimo. Pero lo cierto es que la caída de azúcar que viene después, nos hace sentir peor.
Pero además, nuestro estado de ánimo es determinado por el suministro constante de energía al cerebro, a partir de la glucosa presente en la sangre. Y hay más: algunos sabores presentes en la llamada comfort food son químicamente similares (y por lo tanto pueden tener un efecto similar sobre el organismo), al ácido valproico, una sustancia contenida en las drogas que se prescriben para estabilizar los estados de ánimo de algunos pacientes.
Imagen vía Enriqueta Lemoine