La dieta alcalina: Lo nuevo para bajar de peso y estar sana

Como aún no he podido deshacerme de las libras que gané el año pasado, me he dedicado a buscar todo tipo de dietas. Y esta vez, me encontré con una que me llamó la atención, ya que, supuestamente, es la que usan muchas celebridades. Se trata de la dieta alcalina, un régimen alimenticio que no sólo te ayuda a bajar de peso sino también te ayuda a mantenerte sana y te provee mucha energía. 

Según la revista Mundo Natural, la clave consiste en ingerir 80% de alimentos alcalinos y un 20% de alimentos ácidos. Y es que este régimen, parte de la idea de que quienes basan su alimentación en productos que generan acidez sanguínea (como granos, queso, leche, mariscos, carne, entre otros) corren el riesgo de perder los minerales esenciales como el potasio, el magnesio, el calcio y el sodio, "dando lugar a deficiencias que se traducen posteriormente en enfermedades que se desarrollan en un medio ácido", como señala esta fuente.

Para evitar lo anterior, algunos expertos recomiendan, consumir frutas y hortalizas frescas, ya que éstas disminuyen la acidez y equilibran los niveles de pH en la sangre. Y es que, supuestamente, estos deberían estar entre 7.35 y 7.45, para el buen funcionamiento del organismo.

¿Cuáles son entonces los alimentos que debemos ingerir y cuáles evitar? Según el sitio saludable.infobae.com, los productos que debemos evadir, son los azúcares y las harinas refinadas, ya que éstos producen una acidosis en todo el cuerpo. Un ejemplo de estos alimentos son: harinas blancas, harinas de trigo, harinas de arroz, carne de vaca, carne de cerdo, mariscos, chocolates, las bebidas alcohólicas, las leches descremadas, las bebidas dietéticas y los condimentos como la cátsup, la mostaza y el vinagre.

¿Qué sí debemos incluir en nuestra dieta para que sea alcalina?  Vegetales como el brócoli, las espinacas crudas, el apio, el perejil y las remolachas. Las frutas como el limón, los higos negros, las pasas de uva, las cerezas, las manzanas, la papaya y la pera. Los cereales integrales alcalinizantes como la quínoa, mijo o cebada, así como las legumbres como los garbanzos y las judías blancas.

La clave está, en aumentar la ingesta de verduras y frutas (especialmente crudas), consumir moderadamente, alimentos derivados de animales, como huevos y lácteos y reducir la cantidad de carne que se consume.

 El beneficio de llevar a cabo un régimen alimenticio como éste,  no sólo radica en la pérdida de peso (en promedio dos a cuatro kilos por mes), sino en una mejor calidad de vida. Y es que, una dieta como ésta, podría ayudar a disminuir los trastornos digestivos, los problemas de dolores crónicos, el síndrome de fatiga crónica, entre otros. Así es que, si buscas algo más que perder unos kilos, esta régimen puede ser una buena opción para ti. Sólo recuerda, acudir a un especialista, antes de comenzar cualquier tipo de dieta, ya que no todos los organismos con iguales y podrías estar omitiendo alimentos esenciales para ti. 

Imagen via Flickr/Martin Cathrae