Miles y miles de personas transforman su cuerpo haciendo yoga. Es una manera divertida de hacer ejercicios y viene con muchos beneficios para la salud. Pero, ¿qué pasa si con un simple cambio puedes hacer que el yoga sea más efectivo?
Y, ¿qué pasa si ese cambio te puede ayudar a obtener un cuerpo saludable y más SEXY? Bueno, es más simple de lo que te puedes imaginar. Todo lo que necesitas es hacer el yoga CALIENTE, conocido como Hot Yoga.
Literalmente. Tienes que hacer ejercicios de yoga en un ambiente con altas temperaturas, alrededor de 96 y 100 grados de calor. El "yoga caliente" le aumenta la temperatura a tu cuerpo entero. Y esto te proporciona una cantidad increíble de beneficios.
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Primero, ¡te garantiza sudar muchísimo más que cuando haces los ejercicios de siempre! Nuestra piel es un órgano increíble que muchas mamás latinas dejamos pasar por alto. Este tipo de yoga puede ayudar a limpiar y eliminar todas las toxinas peligrosas que absorbemos durante el día. Puedes comer alimentos orgánicos y evitar los químicos, pero hasta ahí. Todas estamos expuestas a tantas toxinas que no las podemos evitar. Se van acumulando y al sudar, se abren los poros y de esta manera nos deshacemos de ellas.
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También, el calor nos hace más flexibles. Cuando haces yoga caliente puedes estirar tus músculos mejor. Y como estás más relajada, las probabilidades de hacerte daño se minimizan. A pesar de que el yoga caliente es excelente, es muy importante que se realice de manera correcta. Así que sigue estos simples consejos:
Asegúrate de respirar por la nariz. Esto ayuda a concentrarte mejor.
No salgas de la clase a menos que sea absolutamente necesario. El cambio de temperatura puede causar náuseas.
Lleva contigo una o dos toallas. Vas a sudar… y ¡MUCHO!
Asegúrate de llevar agua. No es bueno que te deshidrates.
No comas antes de la clase (hasta dos horas antes). Esto puede causar náuseas.
Intenta no hablar mucho. Esto distrae a las otras personas.
Siempre y cuando sigas estos consejos. ¡El yoga caliente es una experiencia maravillosa!
Contacta al gimnasio más cercano y pregunta si ofrecen este tipo de clases, porque a pesar de que yo animo a la gente a que haga ejercicios en la casa, no creo que sea buena idea subir la temperatura del termostato a casi 100 grados.
Este ejercicio es una mezcla entre la relajación de un sauna combinada con la efectividad del yoga. Es una experiencia increíble y la recomiendo con los ojos cerrados. Pero si no quieres hacerlo sola, entonces comparte este artículo con otras mamás latinas a ver si alguien se anima para ir contigo.
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Imagen vía Flickr/tnardi
