¿Te has preguntado cuál es el principal secreto de salud de las personas que llegan hasta los 100 años de edad? En mi vida he tenido la bendición de conocer a muchas personas centenarias. Dos de mis bisabuelas casi alcanzaron los 100 años de edad, con la mente lúcida, bastante saludables y con pocas arrugas. Siempre he querido entender qué hicieron mis bisabuelas para lograr tener una vida tan larga y saludable. Hace unos días volví a pensar en esto cuando leí sobre cómo la amistad y el contacto humano pueden ayudar a que vivamos más años en un buen estado de salud.
De acuerdo a los estudios científicos, el estilo de vida influye más que la genética cuando se trata de tener una vida longeva. Las personas que comen una dieta rica en frutas y vegetales, no fuman, toman alcohol en moderación, disminuyen el estrés en su diario vivir y llevan una vida activa tienen más probabilidades de vivir más años de una manera saludable. Pero hay otro detalle que también es importante para tener una vida longeva: el contacto humano con otras personas y la amistad. Según los estudios, el mantener contacto humano con los amigos es tan importante para la salud como la dieta y el no fumar.
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¿Habrá sido éste el secreto de salud de mis bisabuelas y de todas las personas centenarias de mi pueblo? Soy natural de un lugar en Puerto Rico donde no es extraño que una persona viva hasta los 90 años de edad. De hecho, año tras año, mi barrio de procedencia ha resultado ser uno de los lugares en Puerto Rico donde más años vive la gente.
En un tiempo pensé que el secreto de la vida longeva en mi barrio se debía principalmente a la dieta de antaño, rica en frutos cultivados allí mismo y en pescado. En otro momento pensé que el secreto de salud era la vida relajada que se llevaba, y que aún se lleva en esa zona de la isla, cerca del mar y las montañas.
Pero luego, en mis reflexiones, me daba cuenta que la vida de estas personas que vivieron tantos años, no fue color de rosa. Muchos enfrentaron pobreza extrema en su infancia y juventud. Muchos enfrentaron condiciones opresivas de trabajo en los cañaverales. Algunos enfrentaron el estrés de migrar a Estados Unidos o de ver a sus hijos patir hacia la guerra. O sea, no fue la falta de sufrimiento que los ayudóa a tener una vida longeva.
Ahora pienso que quizás el principal secreto de salud de le generación de mis bisabuelos y abuelos eran los lazos profundos de amistad que siempre mantuvieron con sus amigos y familiares. Para ellos, pasar tiempo con los amigos no era una tarea más en el horario, no era una cita que se planificaba con semanas o meses de anticipación. Para ellos, compartir con los amigos era un modo de vida, algo que pasaba constantemente en su diario vivir de una manera natural y espontánea.
Creo que vale la alegría incorporar, aunque sea un poquito, de ese sabio modo de vida en nuestras ajetetreadas vidas modernas. Pasar más tiempo de calidad con los buenos amigos significa más salud, más años de vida y mayor felicidad.
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