Ahora que se acerca Halloween, una de las mayores preocupaciones para los padres es la cantidad indiscriminada de dulces a los que sus pequeños se ven expuestos. Es muy difícil escapar de la tentación porque caramelos de miles de formas, sabores y colores están en todos lados. De hecho se calcula que esta temporada se venderán en todo el país más de $2.3 billones en dulces y que cada persona gastará en promedio $20 para satisfacer sus ansias de azúcar. Es ahora cuando muchos nos estamos preguntando: ¿realmente comer dulce pone a mi hijo hiperactivo?
Primero pongámonos de acuerdo sobre el significado de hiperactividad, lo cual se define como un aumento en el movimiento, la impulsividad y la distracción. Los períodos de atención se hacen más cortos de lo común y el niño parece tener más energía de la que puede canalizar. Por supuesto esto varía en cada individuo pero en general los padres o maestros suelen notar la diferencia y hay muchos que se lo atribuyen a un efecto de los dulces.
La verdad es que hay dos teorías totalmente opuestas al respecto. Por un lado los que afirman que los azúcares refinados (procesados) pueden tener algún efecto en la actividad de los niños dado que estos azúcares y los carbohidratos ingresan al torrente sanguíneo rápidamente, producen fluctuaciones rápidas en los niveles de glucemia (azúcar en la sangre). Esto podría activar la adrenalina y hacer que un niño sea más activo.
Sin embargo la teoría opuesta dice que sólo se trata de un mito. Se habla de por lo menos 12 estudios controlados que han analizado cómo reaccionan los niños a una dieta que contiene diferentes niveles de azúcares. El resultado ha sido contundente: ninguno muestra diferencias significativas entre el comportamiento de los niños que habían consumido azúcar y de los que no.
Poniendo un ejemplo práctico se les pidió a los padres que observaran a los niños durante una fiesta de cumpleaños en la cual algunos habían comido torta al inicio y a otros se les dije que comerían al final. Ambos grupos mostraron el mismo nivel de energía (enciéndase gritos, carreras y travesuras)
Importante, esto no significa luz verde para darles a nuestros hijos más azúcar de la que necesitan. Todo lo contrario, los médicos cada día alertan más sobre lo peligros a corto y largo plazo de un consumo indiscriminado de azúcar como lo son la diabetes, las caries y la obesidad. Negar a un niño un dulce muchas veces no sirve de nada, lo importante enseñarles a consumirlo con moderación y sobre todo dar el ejemplo.
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