Sí se puede amiga. Es posible rebajar sin pasar hambre, pero obviamente hay que esforzarse un poco en seguir este régimen maravilloso de resultados comprobados. Te estoy hablando de la dieta Dukan, que lleva un año y medio de moda en Europa gracias a su éxito.
La dieta se sigue en 4 fases: las dos primeras se centran en la pérdida de peso y el resto en evitar recuperarlo. En la fase de ataque se toma durante 5 días únicamente proteínas (carnes, pescados, mariscos, huevos, embutidos magros y lácteos) sin limitación de cantidad y a todas horas. Se pierden entre seis y siete libras
La siguiente fase (de crucero) incorpora verduras y hortalizas que aporten los minerales, vitaminas y fibra necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. Se sigue hasta que se alcance el peso deseado y la pérdida será aproximadamente de una libra y media o dos por semana.
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En la 3 fase (de consolidación) se trata de mantener el peso ideal sin recuperarlo y se introducen el resto de grupos de alimentos. Se toman diariamente tres cucharadas soperas de salvado de avena (al contener gran cantidad de fibra reduce la absorción de grasas). Hay que seguirla a razón de 10 días por libra y media perdida. La última fase (la estabilización) consiste en hacer un día a la semana de proteínas puras, y este es un hábito que se tiene que seguir de por vida.
Lo que más me gusta de esta dieta es que no se pasa hambre pues se puede tomar alimentos sin limitación y la masa muscular se refuerza gracias a las proteínas.
Sin embargo, está contraindicada para la gente con problemas en los riñones y en el hígado. Tampoco se puede hacer si sufres de diabetes. Y ¡ojo! Hay que beber entre 1,5 a 2 litros de agua al día para mantener la función renal.
Imagen vía Mamás Latinas/María Barreiro
