Qué susto me llevé cuando supe que la FDA (Food and Drug Administration por sus siglas en inglés) está ampliando el retiro en el mercado, de la mantequilla de maní y de algunos de sus derivados. Y es que mi esposo, adora este producto y no puede vivir sin él, por lo que, en cuanto supe lo que estaba pasando, le mandé un mensaje –con carácter de urgente– para que tuviera cuidado con este producto, pues la razón del retiro, podría estar ligado a un brote de salmonella registrado en 19 estados, como informa la revista científica The Christian Science Monitor.
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Según este medio, aunque la semana pasada, la FDA sólo había retirado, los botes de la mantequilla de maní, de Trader Joe's, (específicamente la crema Valencia Salted Peanut Butter) hecha con sal de mar. La alerta ahora se está ampliando a más de 100 productos hechos con nueces y semillas, que fueron manufacturados por Sunland, Inc, en Portales, Nuevo México. El retiro incluye ahora, mantequilla de almendras, mantequilla de nuez de la India, tahini y productos derivados de nueces regulares y rostizadas.
Debido a que Sunland Inc. también es proveedora de otros minoristas, como Target, Stop and Shop Supermarket Company, Harry and David, Whole Foods Market, Fresh and Easy, Sprouts, Heinen's, and Giant Foods, la alerta se ha extendido a otras marcas de mantequilla de maní como, Archer Farms; Natural Value; Joseph's, Naturally More; Open Nature; Peanut Power Butter; Serious Food, Silly Prices; Sprout's, Sunland, Trader Joe's, entre otras.
Y aunque en un comunicado de prensa, la compañía Sunland Inc. dijo que habían retirado del mercado, voluntariamente, la mantequilla de maní y la de almendra, elaborados entre el 1 de mayo del 2012 y el 24 de septiembre del mismo año, únicamente como medida de prevención, en lo que se investigan los casos de salmonella; la FDA ya aconsejó no consumir estos productos, así como desechar la mantequilla de maní inmediatamente para prevenir cualquier contagio con la bacteria de la salmonella.
En fin, por si las dudas, en mi casa dejaremos de comprar por un tiempo, (hasta que se aclaren los casos de salmonella) este tipo de productos. Y es que, en definitiva, es mejor prevenir que lamentar, sobre todo, cuando hablamos de la salud de nuestra familia. En mi caso, sé que a mi esposo le va a dar un "ataque de pánico" cuando no vea su adorada mantequilla de maní en la despensa, pero prefiero que se enoje antes de que se enferme.
Imagen vía Thinkstock
