¿Has oído decir que comer lentamente ayuda a perder peso? Aunque suena como un mito, esta aseveración podría ser cierta. En los últimos años decenas de estudios han mostrado que las personas que comen lentamente consumen menos calorías y tienen la tendencia a ser más delgadas.
En un estudio, que se publicó en The Journal of the American Dietetic Association, se observó que las personas que comían con calma consumían menos calorías y se sentían más llenas que las personas que comían de prisa. En otro estudio, publicado en The British Medical Journal, las personas que comían con rapidez hasta sentirse llenas resultaron ser tres veces más propensas a estar sobrepeso.
¿Quieres decir esto que si comemos con calma seremos más delgadas? No automáticamente, porque el peso depende de muchos factores. Lo que sí parece ser cierto es que comer lentamente es un buen hábito para evitar comer en exceso.
Las explicaciones científicas me suenan bastante lógicas. El cerebro necesita tiempo para registrar la saciedad. Si comemos muy rápido, no nos damos cuenta de que estamos llenas y seguimos comiendo.
Según explican algunos estudios, cuando comemos lentamente el organismo tiene tiempo de liberar las hormonas que nos dan ese sentido de saciedad. Cuando comemos de prisa tomamos bocados más grandes y masticamos menos cada bocado, y al cerebro no le da tiempo de avisarnos que ya hemos comido suficiente.
Creo que vale la alegría comer con calma, no sólo porque nos ayuda a consumir menos calorías. Cuando comemos lentamente disfrutamos más el sabor de los alimentos. Comer con calma quiere decir comer libre de estrés, y eso definitivamente mejora nuestro bienestar en general, porque no sólo nos nutrimos con los alimentos. También nos alimentamos con los pensamientos, sentimientos y energías presentes a la hora de la comida.
Empieza a comer con calma desde hoy mismo:
- Saca tiempo para comer sin interrupciones.
- Date al menos 20 minutos para comer cada comida.
- Procura que el ambiente sea tranquilo.
- Antes de empezar a comer respira profundo.
- No pienses ni hables de problemas durante la comida.
- No trabajes ni veas televisión a la hora de la comida.
- Disfruta los sabores y texturas en cada bocado.
- Siente como cada alimento entra a tu cuerpo en armonía.
