Si bien es cierto que, muchas veces, nuestros maridos nos pueden llegar a sacar de quicio, debo reconocer, que la situación tampoco es tan grave, como para llevarnos a consumir más alcohol, como lo concluyó un reciente estudio realizado por las Universidades de Cincinnati, Pennsylvania, Rutgers y Texas. Y es que, de acuerdo a esta investigación, aunque los matrimonios duraderos hacen que los hombres reduzcan su consumo de alcohol, no se puede decir lo mismo de las mujeres casadas, pues éstas beben más que las divorciadas, como dice un informe de la revista Muy Interesante.
Los resultados, están basados en una muestra bastante representativa, pues los científicos analizaron los hábitos de consumo de 10 mil personas, procedentes de diversas encuestas y entrevistas. Así, llegaron a la conclusión de que, mientras los hombres casados iban reduciendo significativamente su consumo de alcohol, en comparación con los hombres viudos, solteros y divorciados; las mujeres casadas bebían más que las divorciadas y las viudas, pues el estar con un hombre, las hacía beber más, debido a que los varones, por lo general, consumen más alcohol que las mujeres.
Y aunque el estudio concluyó que, supuestamente, las mujeres casadas beben más que las mujeres divorciadas, la investigación sugiere, que estas últimas, tienen más problemas con las bebidas, que las casadas, aunque su consumo de alcohol sea mucho menor. Por otra parte, los sociólogos también hallaron, que los hombres recientemente divorciados, consumen mucho más alcohol que los que siguen casados.
En fin, yo no sé si en realidad, esta sea una tendencia que pueda generalizarse; pero lo que sí es verdad, es que conozco a personas, tanto casadas como divorciadas, que consumen alcohol en las mismas cantidades, sin importar precisamente su estado civil.
Así que no creo que este estudio se aplique realmente a todos los casos.
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