Aunque a mucha gente no le gusta la yema del huevo y otros la evitan por salud, debo confesar, que a mí ésta es la parte que más me gusta y simplemente no la puedo dejar. Pero a partir de ahora, tendré que replantearme si seguir incluyéndolas en mi alimentación diaria, pues un estudio acaba de revelar que podrían ser tan dañinas para el sistema cardiovascular, como los son los cigarrillos, como asegura un reciente estudio publicado en la revista Atherosclerosis.
¿Lo puedes creer? ¿Quién hubiera pensado que unas ricas e inocentes yemas de huevo podrían ser tan perjudiciales como lo son los cigarrillos? Sinceramente, el estudio me dejó completamente sorprendida, pues concluyó que "comer yemas de huevo de forma regular incrementa la acumulación de placa (conformada por colesterol, grasa, calcio y otras sustancias) cerca de dos tercios en comparación con fumar", como dice un informe de CNN en Español.
Lo peor de todo, es que, de acuerdo a los resultados de la investigación, yo sería una de las personas que tendría este riego, pues supuestamente, "los pacientes que comían tres o más yemas a la semana tuvieron significativamente más placa que quienes la ingerían dos o menos veces por semana", como describe esta misma fuente. Y es que, los expertos señalan que lo realmente preocupante, de ingerir la yema del huevo con regularidad, es que ésta tiene "cerca de 237 miligramos de colesterol", como aseguró el médico, David Spence, a CNN en Español.
Y los pacientes con enfermedad arterial coronaria, tienen un riesgo mucho mayor, pues con tan sólo una yema de huevo al día "podrían incrementar el riesgo coronario de dos a cinco veces" como añadió el doctor Spence. Por lo que varios expertos, en salud del corazón, recomiendan que la ingesta de colesterol se limite a 300 miligramos al día, "particularmente en aquellas personas que ya presentan problemas de enfermedades cardiacas" como dijo a CNN en Español, el médico, Gordon Tomaselli, jefe de cardiología de la Escuela de Medicina de la Universidad John Hopkins.
¡Así es que ya lo sabes! Tú decides si quieres tomar el riesgo o disminuir el consumo de yemas de huevo, ya que por lo visto, no son tan inofensivas como lo creíamos. Para quienes disfrutamos mucho de las yemas, quizás es tiempo, de que vayamos buscando alternativas, para reducir el consumo. Mi mamá, por ejemplo, siempre prepara los huevos revueltos con una yema nada más, para darles un poco de "color" pero sólo utiliza las claras, y la verdad es que ¡no sabe tan mal! A partir de ahora intentaré hacerlo así.
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Imagen vía Thinkstock