Imagínate que llegas al doctor a una inspección de rutina ¿le preguntarías sobre el estado de tus riñones? La verdad es que pocos lo hacen, debido a que muchos pensamos que si no sentimos dolor ¡todo está bien! Pero no hay nada más equivocado que eso, pues existen muchas enfermedades silenciosas que, lamentablemente, son descubiertas cuando ya es demasiado tarde. Una de ellas es la enfermedad del riñón, un serio problema de salud que va en aumento en Estados Unidos, y que afecta dos veces más a los hispanos que a los blancos, según datos de los Institutos Nacionales de la Salud (INS), como informó el diario La Opinión.
La enfermedad del riñón, se presenta cuando "los riñones no son capaces de limpiar bien la sangre removiendo los desperdicios que luego se eliminan a través de la orina", como dijo el doctor Carlos Vázquez, del Programa de Educación Nacional de los Riñones, de los Institutos de la Salud, a este mismo medio. Pero lo más preocupante del asunto, es que la enfermedad no presenta síntomas en la mayoría de los pacientes, por lo que muchos se llegan a dar cuenta, cuando una diálisis o un trasplante ya son inminentes.
Y tristemente, cuando el paciente llega a esos casos, no es tan fácil garantizarle, que tendrá un nuevo riñón de inmediato, pues según este especialista, más de 700 mil personas están en lista de espera para un trasplante, por lo que muchos terminan yéndose de este mundo, sin haber recibido el riñón que tanto habían esperado. Es por eso, que varios médicos están interesados en impulsar entre sus pacientes, una mejor educación sobre la prevención de la enfermedad del riñón, para disminuir el número de casos.
Ellos recomiendan, solicitar exámenes de sangre y orina, durante las visitas al médico, para conocer el estado de sus riñones y mantener una dieta saludable para tener un peso adecuado, ya que la diabetes y la presión alta, así como las enfermedades autoinmunes, congénitas o cardiovasculares; son las causas más comunes de la enfermedad del riñón.
Esperemos que cada vez más personas, hagan conciencia sobre esta terrible enfermedad silenciosa, pues los números son bastante preocupantes. Según este mismo informe, se calcula que 20 millones de estadounidenses podrían tener problemas con sus riñones y muchos más corren el riesgo de tenerlos y no saberlo.
Con decirte ¡que hasta yo batallé una vez con mis riñones! Después de varios días con fiebre, llamé al médico y tras unos estudios me diagnosticó una infección en los riñones. Aunque, se me quitó después, con unos antibióticos, debo confesar que tras el suceso, he sido mucho más cuidadosa con estos órganos, pues si así me puse por una simple infección ¡no quiero ni imaginarme cómo debe ser tener un problema más grave!
Espero que en verdad, todos hagamos conciencia sobre este problema y le demos la atención y el cariño que merecen a nuestros riñones.
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Imagen vía Thinkstock