¡Genial Te acabas de poner a dieta y resulta que se te olvidó que tus amigos van a ir a un restaurante que te encanta, a celebrar el cumpleaños de tu mejor amiga. Como es obvio que no puedes negar esa invitación, ya vas resignada a romper la dieta.Pero no te preocupes, tu causa no está del todo perdida, aún hay algunas cositas que puedes hacer para recortar calorías. Aquí te paso cinco consejos que yo aplico, cuando me ha pasado justo lo que te estoy contando.
Antes de ir al restaurante come una fruta. Una fruta o una barrita de cereal con pocas calorías, hará que llegues al lugar sin tanta hambre, lo que se traducirá en que no llegarás a devorarte ese "apetitoso" pan que ocasionalmente ponen en la mesa y que no te deja nada bueno al final.
Bebe toda el agua que puedas antes de comer. Este sencillo consejo nunca falla. Aunque no tengas sed, intenta beber la mayor cantidad de agua que puedas, antes de que llegue tu comida ¡te apuesto que con unos cuantos bocados que le des a tu platillo te sentirás más que satisfecha!
Ten fuerza de voluntad y vete directo a las ensaladas. Te recomiendo que cuando te den la carta, te vayas directamente a las ensaladas. Sé que ésta es una de las cosas más difíciles, pero es mejor no darte la oportunidad de que los platillos del menú te tienten. Saca fuerzas y no veas las demás opciones ¡créeme! Después de comerte esa ensalada habrá valido la pena porque te sentirás libre de culpas.
Pide los aliños aparte. Si seguiste al pie de la letra mi consejo anterior, no se te olvide pedirle al mesero (a) que te mande el aliño de la ensalada a parte. Porque muchas veces, les ponen tanto aderezo a las ensaladas, que al final terminan siendo una bomba de calorías. Lo mejor es que tú las regules, poniéndole el aliño a tu conveniencia.
Opta por una guarnición baja en calorías o remplázalas. Si pediste un pescado, un corte de carne o un pollo a la plancha (que es lo más recomendable si no optaste por la ensalada) Pide una guarnición de verduras o pregunta con qué guarnición viene acompañado el platillo. Si trae papás fritas o arroz con frijoles, mejor cámbialos, por verduras al vapor o ensalada. Tal vez, te dolerá con el alma, pero valdrá, la pena.
Si cumples con estos pasos, habrás superado una de las mayores pruebas de fuego en una dieta, porque si fuiste capaz de seguirla en un restaurante ¡seguro la podrás seguir en casa!
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Imagen vía Thinkstock