La primera vez que leí que el consumo de carne estaba relacionado con un aumento en el riesgo de contraer cáncer, así como otro tipo de enfermedades como la hipertensión, la diabetes, las enfermedades del corazón, entre otras; me bastó para decidir dejar de hacerle daño a mi cuerpo y decirle adiós a la carne. Pero otro de los grandes miedos que me llevó a tomar la decisión de dejar de comerla, fue saber que muchos de los centros que se dedican a vigilar el control de calidad de la carne, para que ésta sea segura para los consumidores, no hacen bien su trabajo y permiten la venta de carne, aun sabiendo que no cumple con todas las medidas de seguridad.
De ahí, que no me sorprende, que haya surgido una gran preocupación en todo el país, después de que se detectara en California el primer caso de la enfermedad de las vacas locas desde el 2006, como informaron varios medios el día de ayer. Y aunque el Departamento de Agricultura, así como las autoridades de salud, no tardaron en señalar que el caso no representaba ningún riesgo para la ciudadanía, ya que el animal no pasó a la cadena de distribución de alimentos; al parecer, ya nadie se fía mucho de las versiones oficiales.
Y es que, esta mañana CNN reportaba, que desde que se confirmó el primer caso de este tipo -desde hacía seis años- algunos minoristas en Corea del Sur, decidieron suspender la venta de carne americana. Mientras que, por otra parte, científicos como Michael Hanson, un experto colaborador del Consumer Reports y crítico de la política de la enfermedad de las vacas locas, desde hace bastante tiempo, asegura que el descubrimiento puede ser alarmante, como lo dijo al diario Los Angeles Times.
No obstante, las autoridades insisten en afirmar que las otras vacas no corren peligro, ya que este caso es atípico, debido a que el animal, aparentemente, no adquirió la enfermedad como resultado de haber ingerido comida infectada para ganado. Pero mientras se investiga qué pudo haber pasado y si otras vacas corren peligro, muchos consumidores viven con miedo de sólo pensar que el consumo de la carne infectada, podría ser mortal para los seres humanos.
Ojalá y las autoridades nos mantengan al tanto de esta situación, y nos digan lo que realmente está sucediendo, ya que no es justo, que sólo por evitar que la industria de la carne se venga abajo, expongan a los consumidores a ingerir carne que pudiera estar infectada.
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